Un total de 835.000 euros y 26 obras ejecutadas, balance del primer PIFS
Todos los ayuntamientos del Valle de Ayora y del Rincón de Ademuz han conseguido concluir en plazo las 26 actuaciones realizadas con cargo al primer Plan de Inversiones Financieramente Sostenibles (PIFS), con un nivel de cumplimiento del 100%. El PIFS fue un programa de ayudas a los municipios que el presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, creó nada más acceder al cargo con los 70 millones de euros de remanente no gestionados por parte del anterior equipo de gobierno provincial para que, en lugar de acabar en los bancos, se invirtiera directamente en el bienestar de los valencianos y las valencianas.
Esta decisión supuso para los 7 municipios de cada una de las comarcas una inyección adicional de 835.000 euros con la que poder llevar a cabo aquellas obras que consideraban necesarias para mejorar la calidad de los servicios e infraestructuras del municipio, pero que inicialmente se habían quedado fuera de sus presupuestos por falta de disponibilidad económica, pese a tratarse en muchos casos de reivindicaciones históricas.
Los ayuntamientos tuvieron un primer plazo de apenas dos meses, entre octubre y diciembre de 2015, para presentar los proyectos y, una vez adjudicadas las obras, disponían de tiempo hasta el 31 de diciembre de 2016 para ejecutarlas, con un plazo adicional de 10 días para justificar que se habían realizado y pagado. Todo un reto para la Diputación y para los consistorios que, pese a lo ajustado, se ha saldado con un 100% de ejecución. En palabras de Rodríguez, "este nivel de ejecución, similar en todas las comarcas valencianas, demuestra el potencial del municipalismo y que la maquinaria institucional puede dar una respuesta rápida a proyectos que merecen la pena".
Resolver "problemas reales"
Los 350.000 euros invertidos a través del PIFS en los 7 municipios de El Valle de Ayora y los 485.698 distribuidos en otros tantos municipios del Rincón de Ademuz han servido para mejorar el asfaltado de las calles, las redes de agua potable, las canalizaciones para evitar inundaciones o la accesibilidad de las aceras y los edificios públicos, pero también para rehabilitar escuelas y centros sociales, adecuar instalaciones deportivas o mejorar el equipamiento y los servicios en general de los ayuntamientos y municipios.
Por tipos de inversión, de las 13 actuaciones realizadas en El Valle de Ayora destacan las intervenciones destinadas a mejorar las redes de abastecimiento de agua y de saneamiento, que han supuesto un 38%, y las llevadas a cabo en la vía pública, que representan el 31%, entre reurbanización y asfaltado de calles y actuaciones en zonas verdes. El resto de obras se han centrado en el desarrollo o mejora de equipamientos culturales, sociales y administrativos.
En El Rincón de Ademuz, donde también se han llevado a cabo un total de 13 actuaciones, el 54% se han destinado a la rehabilitación y adecuación funcional y en materia de accesibilidad de instalaciones y edificios, así como a la intervención en equipamientos deportivos y sociales. El resto de actuaciones se distribuyen a partes iguales entre intervenciones en redes de abastecimiento y saneamiento de agua y obras de reurbanización de calles.
En resumen, "actuaciones que escapan del concepto de obras faraónicas de otra época y se centran en resolver problemas reales de los ciudadanos, en muchos casos reivindicaciones de los ayuntamientos que llevaban años sin atenderse, bien por falta de recursos o simplemente por desinterés", explica el presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez. "Lo más destacado del PIFS es que, más allá de las buenas intenciones, hemos conseguido pasar de las palabras a los hechos y, además de conceder a los alcaldes y alcaldesas la autonomía para decidir las inversiones, se ha logrado que esas inversiones se ejecuten y hoy sean realidades que pueden disfrutar los vecinos de los municipios valencianos".