Un grito de libertad a través de la danza
La danza fue, ayer, el hilo conductor a través del cual se fomentaron valores como la igualdad, la convivencia y la lucha contra las injusticias sociales en la Casa de la Cultura.
Fue con un taller y un espectáculo de danza contemporánea, dirigidos por el bailarín y coreógrafo Abel Martí Belda. La actividad estuvo organizada por la Comisión 'Vilamarxant pels Drets Humans' y por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Vilamarxant con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género, que tendrá lugar esta semana (25 de noviembre).
La primera cita de la tarde fue el taller de danza, en el cual se hizo un pequeño repaso por diferentes estilos y ritmos de la historia de la música, acompañados de movimientos simples y rítmicos y con algunos momentos de improvisación. El objetivo era que los participantes conectaran con su cuerpo y con los otros. Con el movimiento, según destacaba Abel Martí, "también hemos trabajado la coordinación y la conciencia corporal, además de armonizar el estado anímico mediante la diversión y la concentración, fomentando un pensamiento positivo de integración y de convivencia". Y así fue, puesto que sobre el escenario interactuaron personas de todas las edades que pasaron un buen rato en compañía del director y de las bailarinas que, después, interpretarían la pieza de danza contemporánea programada.
El taller transcurrió en un ambiente divertido y con la complicidad entre los participantes y el público asistente que, al acabar la actividad, aplaudió el esfuerzo hecho por todas y todos.
'El crit d'Eva'
Después, fue el momento de la representación de la pieza de danza contemporánea 'El crit d'Eva'. Las intérpretes Clara Nebot, Lucía Julián, Alejandra Peris, Teresa Bellido y Gabriela Peris, de la escuela Coppelia de Castelló, expresaron la represión sufrida por las mujeres a lo largo de la historia a través de su cuerpo y del movimiento. La obra estuvo acompañada de música en directo, interpretada por Ulises Pistolo Eliza.
El espectáculo empieza con una figura en la que las bailarinas simbolizan un árbol con manzanas para, después, lanzar los frutos al suelo. A continuación, el movimiento se centra en expresar el sufrimiento de las mujeres que, por las costumbres y hábitos sociales machistas y patriarcales, han vivido durante siglos de sumisión ante los hombres. El espectáculo lanza, finalmente, un grito a favor de la libertad y contra las injusticias vividas por el género femenino durante siglos.
El público reconoció el buen trabajo de Abel y de los artistas que estuvieron en escena con un fuerte aplauso al final de la representación y con las felicitaciones personales que les hicieron llegar personalmente.
Invitación en la Avenida
Por la mañana, las bailarinas y el director del espectáculo estuvieron a la Avenida Dos de Mayo para ofrecer a los vecinos y vecinas de Vilamarxant un pequeño extracto del espectáculo e invitarlos a la representación que tuvo lugar por la tarde.