Una docena de localidades valencianas cuentan con custodias monumentales y de gran valor
La Catedral de Valencia cuenta con la custodia más grande del mundo
Cerca de una docena de localidades de la archidiócesis de Valencia cuentan en sus parroquias con custodias monumentales o piezas de gran valor artístico, cultural y litúrgico.
La Catedral de Valencia cuenta con la custodia más grande del mundo compuesta por 600 kilos de plata, cinco de oro, 75 gramos de platino, centenares de piedras preciosas y miles de perlas, según ha indicado Andrés de Sales Ferri, director del Archivo de Religiosas Popular.
Datada en el siglo XVIII, la de los Santos Juanes de Cullera es una de las más antiguas. Obra de Bernardo Quinzá, destaca por el uso de la plata y el sobredorado. El pie y el astil quedan unidos por una decoración longitudinal de cintas que dividen las superficies en cuatro sectores con emblemas eucarísticos.
En el anverso, el cordero apocalíptico y en el reverso, el pelícano. A la derecha san Juan Evangelista con una pluma y el Evangelio. A la izquierda, san Juan Bautista, con una cruz de la que pende una filacteria. El nudo sobre dorado de rocallas con la Fe y la Esperanza que sostienen un cáliz y un ancla, al centro emblemas pasionistas y corona el conjunto una cruz.
La custodia de la Colegiata de Xàtiva es una de las piezas más importantes de la Seu. Se expuso en Madrid en 1892 y Barcelona en 1929. Es de plata sobredorada y de estilo gótico. La peana cuenta con figuras que rodean el pie: profetas y reyes del Antiguo Testamento. Están datados en el siglo XVI, posteriores al cuerpo de la custodia.
El templete es de plata mixtilínea, tiene una plataforma donde descansa el viril donde se coloca el Santísimo Sacramento con dos ángeles que adoran el Sacramento. El viril es original, labrado en la cara anterior con cabezas de querubines y ángeles que rodean todo el círculo y perlas y piedras preciosas adornan el conjunto. La custodia culmina con tres torres góticas, la central más alta y coronada con una cruz.
En la parroquia de Sant Jaume de Moncada, el templete, que alberga la custodia, fue bendecido el 7 de junio de 1953 por el que fuera arzobispo de Valencia, Marcelino Olaechea, siendo cura párroco y arcipreste don Jesús Plà Gandía. Todo esto fue fruto de la generosidad de los clavarios, que además de la dirección, sufragaron la parte mayor de los gastos con el Ayuntamiento y de los feligreses, con cuyo esfuerzo se enriqueció y embelleció el templete con oro, plata y alhajas”, explican desde la parroquia.
Obra de Francisco Pajarón, el artista quiso plasmar 39 motivos ornamentales, de los que destacan los medallones del primer cuerpo del Templete representando: la Última Cena; los discípulo de Emaús; el Miracle dels Peixets y el milagro eucarístico de Moncada. Todos ellos acompañados por querubines y motivos vegetales y de frutas de la huerta valenciana. En el segundo cuerpo está santa Bárbara; la Virgen de los Desamparados; San Juan de Ribera y la imagen ecuestre del apóstol San Jaime.
En el interior, hay bajo relieves del Antiguo Testamento así como los arcos con los escudos de Moncada; el Real Colegio Seminario del Corpus Christi; el patronato de Educación y Cultura de Moncada y el de Pío XII, pontífice en el momento de la bendición. Remata el templete la escultura en plata de la alegoría de la Fe.
También en Puçol, Alzira, Massamagrell y Sueca
Igualmente, la custodia de los Santos Juanes de Puçol está elaborada en plata, plata dorada y base de madera. Es un gran templete para albergar la custodia antigua, con dos ángeles orantes laterales y rematado por los Santos Juanes y Cristo resucitado.
La custodia de Santa Catalina de Alzira es de las denominadas “de sol”, realizada en metal dorado, cuya parte original la constituyen la base y el astil, siendo la ráfaga y el viril recientes. La decoración es de cabujones plateados ovoides, algunos de los cuales presentan esmaltes y escudos de la ciudad de Alzira. Tanto el viril como la ráfaga o aureola que lo circunda son modernos, pues el antiguo se perdió durante la Guerra Civil.
Por su parte, la custodia de San Juan Apóstol y Evangelista de Massamagrell fue realizada por el orfebre José David Esteve y como aparece en el interior de la base de la mis- ma, ésta fue donada en el año 1942 por Desamparados Sales Climente y su hija Amparo Civera Sales, siendo cura párroco José Gascó y coadjutor Juan Bautista Sebastiá.
Por otro lado, la custodia del templo parroquial San Pedro, de Sueca, realizada en cobre dorado y plata, ha sido expuesta en dos ocasiones: en el I Congreso Eucarístico Nacional de Valencia en noviembre del año 1893 y para la primera muestra de “La luz de las imágenes” en el año 1999.
En la custodia, concebida como ostensorio, destaca el astil formado por un ángel. De él parten tallos de ramos de laurel alusivos a la redención por la participación en el sacramento que trepan por el viril. El sol se organiza a partir de rayos rectos que nacen del araceli, relevado por espigas y racimos de significación eucarística.
Se trata de una pieza de gran originalidad en el panorama de las producciones del siglo XVIII conservadas en la diócesis. En sentido orgánico del ornamento, unido a la estructura arbórea de la pieza, invitan a pensar en una procedencia importada.