El Ayuntamiento de Vilamarxant se suma a las muestras de duelo por la muerte del director Gaspar Sanchis
El Ayuntamiento de Vilamarxant quiere sumarse a las numerosas muestras de duelo y de afecto que instituciones oficiales, entidades musicales y personas a título individual están expresando por la muerte de Gaspar Sanchis Castillo, vecino de Vilamarxant.
Hablar de Gaspi es hablar de una persona que amaba la música de manera absoluta e incondicional. Era un músico apasionado que no podía concebir su existencia sin escuchar, interpretar, componer y dirigir música. Además, era un espíritu crítico e inconformista, con unas enormes ganas de continuar aprendiendo y de continuar formándose como músico y director.
Pero hablar de Gaspi es, igualmente, referirse a una pasión absoluta por su gente, por su familia y por su pueblo. Era una persona amable, extrovertida, accesible, siempre predispuesta a colaborar e implicarse en actividades donde la música fuera la auténtica protagonista. A lo largo de la presente legislatura, Vilamarxant ha tenido la suerte y el lujo de disfrutar de diferentes conciertos donde la mano de Gaspar, de una o de otra manera, estaba detrás. Y lo hizo siempre de manera altruista, poniendo como únicas condiciones disponer con total libertad horaria de un espacio cultural donde poder ensayar e interpretar, posteriormente, las obras programadas.
Desde el principio se puso a disposición de la Concejalía de Cultura, proponiendo actuaciones musicales de calidad, algunas de las cuales fructificaron en memorables conciertos como el del quinteto de metales 'Spanish Brass', el pasado 22 de octubre, y el recital de 'Ensemble Concordança' (piano, trombón y dolçaina), del pasado 12 de noviembre.
Pero antes, en febrero de 2016, dirigió a la Coral Renàixer y a 'Ars Antiqua Ensemble' en un inolvidable concierto que tuvo lugar en la iglesia de Vilamarxant, con un repertorio que incluía piezas de Corelli y Vivaldi; también en la iglesia de Santa Catalina, en marzo de 2016, volvió a dirigir a 'Ars Antiqua', y a Robert Experto, Carmina Sánchez y Aitor Llimerá en un concierto de música religiosa.
Con estos ejemplos puntuales queda claro que la pasión de Gaspar por la música estaba ausenta de cualquier concepción elitista de este arte. Todo lo contrario, Gaspi puso su humanidad y su valía profesional al servicio de la difusión de aquello que más quería: la música. Contaba, además, con el apoyo y la admiración de familiares, músicos, amigas y amigos.
Hoy, cuando el diccionario se hace pequeño a la hora de expresar emociones, cuando la voz se apaga por la rabia y la impotencia, hoy, en definitiva, el pueblo de Vilamarxant se siente huérfano y desvalido por la pérdida de un ser querido, pero a la vez más consciente de que la memoria del trabajo de Gaspar no puede diluirse, sino que hay que preservarla y difundirla para corresponder, de alguna manera, con todo aquello que él le dio a su pueblo.