AEMET publica nuevos datos reveladores sobre la DANA: "Posibles supercélulas embebidas"
El sistema convectivo que comenzó en la mañana del 29 de octubre dio lugar a al menos dos supercélulas embebidas, lo que complicó aún más la previsión del fenómeno
El 29 de octubre de 2024, la Comunitat Valenciana y otras zonas de España fueron azotadas por una tormenta que se ha convertido en un hito meteorológico. Conocida como la "supercélula del 29 de octubre", esta tormenta comenzó como un fenómeno de gran magnitud y dejó detrás de sí daños significativos, incluyendo récords de precipitación, tornados y una serie de otros efectos climáticos extremos que sorprendieron a los ciudadanos y meteorólogos por igual.
La génesis del fenómeno: de la supercélula a la turbonada
Según el análisis detallado realizado por AEMET, el fenómeno comenzó como una supercélula de tipo HP (High Precipitation). Las supercélulas son tormentas muy intensas que se caracterizan por su alta capacidad de producción de lluvia y su habilidad para generar tornados. Este tipo de tormenta es conocido por su capacidad de producir fenómenos destructivos debido a su alta concentración de energía y la inestabilidad atmosférica en las capas más bajas de la atmósfera.
La tormenta del 29 de octubre, sin embargo, no se mantuvo estática por mucho tiempo. AEMET destacó que, tras su inicio, la tormenta pasó a ser una línea de turbonada durante las últimas horas de la tarde. Una turbonada es un fenómeno que se caracteriza por fuertes vientos y una rápida evolución que puede causar daños por las ráfagas de viento, que en este caso fueron intensas, incluso para los estándares de las tormentas más graves.
¿Qué hizo tan especial a esta tormenta?
Una de las principales características de la tormenta fue su enorme capacidad para generar precipitaciones extremadamente intensas. Los récords de precipitación alcanzaron niveles sin precedentes, especialmente en las zonas más afectadas, como la provincia de Valencia y algunos puntos cercanos. A lo largo de la tarde del 29 de octubre, la tormenta descargó lluvias torrenciales, acumulando más de 100 mm de agua en algunas localidades en cuestión de horas, lo que provocó desbordamientos y problemas de tráfico.
Además de las fuertes lluvias, los tornados fueron uno de los elementos más sorprendentes de este fenómeno. Según los registros de AEMET, los tornados fueron generados por la misma supercélula que dio inicio a la tormenta. Aunque los tornados no llegaron a causar daños masivos en todas las áreas, sí generaron importantes alteraciones en los servicios públicos y causaron algunos destrozos en la infraestructura de las localidades más cercanas al centro de la tormenta. En algunos puntos, los tornados tocaban el suelo brevemente, con vientos de hasta 100 km/h, lo que provocó daños a pequeños edificios, estructuras e incluso algunos vehículos.
La evolución de la tormenta y su impacto
El sistema convectivo que comenzó en la mañana del 29 de octubre dio lugar a al menos dos supercélulas embebidas, lo que complicó aún más la previsión del fenómeno. AEMET señala que estos sistemas de tormenta se comportaron de manera impredecible, lo que resultó en una creciente intensidad de las precipitaciones y la formación de nubes y tormentas más fuertes. Al final del día, la tormenta se desorganizó en una línea de turbonada, un fenómeno caracterizado por vientos fuertes que afectaron tanto a las zonas costeras como a las zonas interiores de la Comunitat Valenciana.
Lo más impactante de todo esto fue la rapidez con la que la tormenta se desorganizó, lo que hizo que las autoridades meteorológicas tuvieran dificultades para predecir su paso exacto. Aunque AEMET ya había emitido avisos de tormentas con antelación, la intensidad y la velocidad con que se produjo la evolución de la tormenta sorprendieron a la mayoría de la población.
