Donde nace la Navidad: Ibi y Onil, cunas de la industria del juguete

En estas fechas, la mayoría de los pequeños sueña ya con la llegada de Papá Noel y los reyes Magos cargados con todos los regalos que han pedido a través de sus cartas. Sin duda, los juguetes son el elemento más repetido en cada una de ellas. Hay quien prefiere muñecas, cocinitas, coches, aviones o las figuras de sus personajes favoritos. Si algo tienen en común es que la mayoría de ellos proceden del mismo lugar.

Ibi y Onil son la cuna de la industria juguetera a nivel nacional. De sus fábricas salen miles de juguetes al año para hacer felices a los niños y niñas. En Onil nacieron las archiconocidas muñecas de Famosa, esas que se dirigían año tras año al portal de Belén “para hacer llegar al niño su cariño y su amistad”.

En Ibi, la industria del juguete lo ha supuesto todo para el municipio, durante cien años esta localidad la ha visto crecer y ha podido observar como la convertía a nivel nacional en la inconfundible Villa del Juguete.

Sin duda, uno de los símbolos más representativos de Ibi es la Tartana, una pieza considerada como el primer juguete fabricado y comercializado a principios del siglo XX. La fabricación de juguetes en el municipio no contaba con ningún tipo de tradición previa sobre la que sustentarse, se debe a una iniciativa particular de la familia Payá que venían trabajando como hojalateros y que en 1905 hallan una nueva técnica de ensamblaje de piezas sin soldaduras con la que empiezan a fabricar y cosechar éxitos a nivel nacional.

En la localidad se puede visitar el Museo Valenciano del Juguete, un centro para la conservación, la investigación y la difusión del patrimonio juguetero. Un espacio que nos permite viajar al pasado y dejar que los juguetes nos hablen de las infancias vividas y los modos de entender el mundo en otras épocas.

De las muñecas de barro a la actualidad: así ha sido el proceso de transformación de las fábricas de Onil

Ramón Mira Vidal, fue quien inició en Onil hacia 1870 la fabricación de muñecas de barro, consolidando una factoría que llegó a tener 50 trabajadores a finales del XIX. Continuó mejorando los tipos y en 1895 registró, acogiéndose a la reciente ley sobre patentes, un “barniz de muñecas”. Las primeras figuras se hacían de arcilla moldeadas en moldes; después eran cocidas, pintadas y finalmente vetidas; más tarde se introducirán otros materiales: yeso y cola o serraduras y cola.

Mira trabajó más tarde asociado con el matrimonio Juan-Mora, tras su muerte en 1897 se encargaron del taller su mujer Petra García y sus hijos finalmente el matrimonio formado por Eduardo Juan y Agustina Mora crearían la que se considera primera fábrica de muñecas verdaderamente moderna creando la firma “Eduardo Juan y Cía”.

La concentración de la producción muñequera en Onil dará un importante salto con la fusión de las empresas, entre 1957.1960, agrupándose la mayor parte en FAMOSA (Fábricas Agrupadas de Muñecas de Onil, S.A.).

Actualmente en Onil, descendientes de los primeros artesanos siguen fabricando muñecas, con la ilusión de que el ingenio de Ramón Mira nunca desaparezca y repartiendo ilusiones por todo el mundo.

Además, cuenta con el Museo de la Muñeca, donde actualmente está expuesta la colección de muñecas propiedad del Ayuntamiento, coleccionistas y de las propias empresas locales. Podrás disfrutar en familia de una visita donde descubriréis la historia de la muñeca de Onil, desde sus inicios, con la fabricación artesanal, hasta la industrialización y modernización de nuestros días.

Descubrirás el método de elaboración de las primeras muñecas hasta llegar al proceso actual. Disfrutarás de la amplia exposición de muñecas clásicas y actuales con la que cuenta el museo.

Podrás conocer cómo un pequeño pueblo de interior se ha convertido en referente mundial de fabricación de muñecas artesanas de calidad, y como colofón, la gran ciudad de los clicks de Playmobil te espera en la última planta del edificio.