La escultura «L’angle trencat pel moviment» de Manuel Boix se queda en Xàtiva
La pieza, cedida a la ciudad por parte del artista, se ubica desde hoy en la plaza del Trinquet por su referencia a la pilota valenciana
La escultura «L’angle trencat pel moviment» (1990), que el artista y su familia han decidido ceder a Xàtiva, ha ocupado este lunes su nueva ubicación, en la plaza del Trinquet.
Se trata de la segunda figura de la exposición antológica «La llum de l’art» de Manuel Boix (visitable hasta el 31 de agosto) que se quedará en Xàtiva, después de que también se confirmara hace unos días el acuerdo entre el Ayuntamiento y el IVAM para la cesión de la pieza «El laberinto», ubicada durante la muestra en el patio de l’Almodí, y que se quedará así en la colección permanente del museo.
«L’angle trencat pel moviment» (600 x 140 x 280) es una imponente e innovadora escultura de hierro, de 6 metros de altura, que desde el inicio de la exposición se podía visitar en la plaza de la Seu. La pieza cambia hoy de lugar y su destino no es casualidad, puesto que forma parte de la serie «El punt dins del moviment» que hace referencia a la pelota valenciana, mientras que la plaza del Trinquet era el espacio donde se ubicaba uno de los antiguos trinquetes de la ciudad. Además, permanecerá cerca de otra figura del propio artista vinculada a este deporte, «L’arc daurat», que se puede encontrar en uno de los lugares más emblemáticos del entorno de la costa del castillo, junto a la ermita de Sant Josep.
Con esta pieza cedida ahora a Xàtiva, Boix traspasa los límites convencionales puesto que además de su monumentalidad, también juega con el concepto de «silueta» y de «recorte», pero dando a la pieza, pese a la rigidez del objeto, una movilidad acentuada no solo por la disposición de los elementos que aparecen, sino por el hecho de que el recorte de una de las siluetas, en negativo, permite que aquello que se ve a través de ella cambie dependiendo del punto de vista del espectador, ganando así en diversidad de imágenes para la misma pieza.
Con esta son ya 9 las esculturas de artistas valencianos que, desde el año 2015, se han ido instalando en Xàtiva. Raimon cedió la pieza «La veu d’un poble», con la cual lo homenajeó el artista setabense y amigo particular Andreu Alfaro, mientras que Rafael Armengol también obsequió a la ciudad con la escultura «La penca» que también se pudo visitar en la plaza de la Seu durante su exposición antológica. Mediante la concejalía de Memoria Histórica, también se han ido colocando en Xàtiva esculturas en homenaje a los deportados setabenses en los campos nazis de concentración (una pieza obra de Alfred Moral y ubicada en la plaza Arzobispo Mayoral), dos esculturas de Inma Abarca en recuerdo a los represaliados durante la Guerra Civil («En defensa de la vida» ubicada a la Avenida Corts Valencianes y otra en el cementerio municipal), o la figura de Miquel Mollà en homenaje a Francesc Bosch i Morata con el título «Esqueix». Completan las esculturas de los últimos ocho años el monumento a Raimon ubicado en la plaza Sant Jordi (cerca del carrer Blanc que lo vio nacer), obra de Rafa Amorós i Joan Olivares; y la escultura «Cadència» de Toni Marí, cedida por el club Rotary y que se puede encontrar en la explanada del polideportivo Les Pereres.