Una valenciana surfeará medio millar de olas en honor a su madre para concienciar sobre la salud mental y el suicidio
"España tiene una historia de condena y vergüenza hacia el suicidio, lo que contribuye a una dañina cultura del silencio", sostiene
Lucía Muñoz está a punto de conmemorar un importante aniversario: el 4 de febrero de 2025 se cumplirán cinco años del fallecimiento de su madre por suicidio. Una mujer que, como muchas, enfrentó una dura batalla contra problemas de salud mental y adicciones. En un intento por honrar su memoria y transformar su dolor en acción, Lucía ha decidido emprender un desafío personal que va más allá del surf: navegará 500 olas desde el 1 de noviembre de 2024 hasta la fecha conmemorativa, recaudando fondos para la organización “STOP Suicidios”, dedicada a la prevención del suicidio y la desestigmatización de la salud mental en España.
El compromiso de Lucía surge de su propia experiencia y de la necesidad de desmitificar los tabúes que rodean la salud mental en el país. "España tiene una historia de condena y vergüenza hacia el suicidio, lo que contribuye a una dañina cultura del silencio", sostiene. En un contexto donde la salud mental se considera un tema tabú, Lucía llama a la acción. En comparación con otros países de la UE, donde el suicidio y la salud mental se reconocen como emergencias sociales, España presenta deficiencias en la atención y el apoyo, incluyendo un notable vacío en planes nacionales y recursos.
En su reflexión, Lucía destaca que el suicidio sigue siendo un tema que afecta a todos, pues no solo atañe a quienes están en crisis, sino que genera un impacto en la comunidad en su conjunto. Aunque la conciencia sobre la salud mental ha avanzado en varias esferas, aún persiste en España una falta de información, educación y apoyo institucional. Esto agrava la dificultad de muchos afectados para encontrar la ayuda que necesitan en un momento crítico.
Con su desafío, Lucía Muñoz espera inspirar a otros a desafiarse a sí mismos en la búsqueda de sus propios métodos de bienestar. Actividades como caminar, andar en bicicleta o surfear no solo promueven una mejor salud mental, sino que también pueden servir como catalizadores para abrir conversaciones necesarias sobre temas difíciles. Así, Luisa invita a otros a unirse a su causa, reconociendo la valentía que implica enfrentar y hablar sobre situaciones que suelen considerarse tabú.
La historia de Lucía es un recordatorio de que la lucha por la salud mental es un esfuerzo colectivo. Al unir su pasión por el surf con su deseo de generar conciencia, busca no solo honrar a su madre, sino empoderar a otros que puedan estar lidiando con sus propios demonios. A medida que se acerca la fecha del aniversario de su madre, Lucía espera que su iniciativa derive en un cambio de mentalidad que permita abordar el suicidio como un problema social a resolver, y no como un tema a soterrar en el silencio.
