Un viaje a otra época sin salir de Valencia en el desconocido Cementerio Británico
Valencia es una ciudad mágica, con multitud de rincones que descubrir. Uno de ellos, que es un gran desconocido para muchos valencianos es el Cementerio Británico. Justo frente al Cementerio Municipal se ubica este hermoso y enigmático lugar que esconde grandes historias al otro lado de su enorme puerta de hierro.
Cuando uno cruza su umbral asiste a un salto en el tiempo siglos atrás, a la época victoriana en la que Inglaterra vivió un renacer de su economía con el desarrollo de la metalurgia, los trenes de vapor o la fabricación de enormes buques.
Pero, ¿qué tiene que ver esto con un cementerio británico en Valencia? Pues que en las tierras de este pequeño camposanto descansan importantes hombres y grandes familias inglesas que trajeron toda esa riqueza y actividad económica a España a través del puerto de Valencia.
Sin duda, el cementerio es es uno de los secretos mejor guardados de la ciudad y que demuestra que Valencia siempre ha tenido una gran población de extranjeros dedicados a todo tipo de actividades comerciales, en particular el desarrollo de los ferrocarriles y el puerto de Valencia.
El cementerio se estableció hace más de 150 años como último lugar de descanso para los expatriados y viajeros que, por no ser católicos, no fueron autorizados a ser enterrados en los cementerios consagrados de las iglesias de Valencia. La entrada fue diseñada por el arquitecto valenciano Antonio Martorell Trilles y lleva fecha el 2 de abril de 1879.
Aquí descansan los Morris, Tap, Cock, Faulconbridge, Teschendorff … familias de cuya estirpe descienden miembros de las Brigadas Internacionales de la Guerra Civil Española, judíos turcos huyendo del Holocausto, comerciantes, ingenieros, ex-cónsules e incluso el fundador del Valencia Tennis Club. Historias apasionantes y otras curiosas como la del Sr Hindley, ex Presidente de Blackpool Club de Football y que murió en su hotel cuando vino a Valencia acompañando a su equipo. También marineros o comerciantes atraídos hacia el bullicioso puerto de la ciudad. De hecho, hay personas de hasta 21 nacionalidades y diferentes religiones.
El primer entierro data del año 1863, un niño de ocho años, Charles, hijo de Henry y Emma Morris. Hay 19 tumbas de niños y 13 de ellas, por desgracia, son bebés. La tumba de la persona más mayor es de Mauricio Jahiel Matalon, que vivió hasta los 99 años. El último entierro fue del pasado mes de mayo de este año, un residente noruego.
Nos hace un recorrido por sus pasajes Trevor W Nicholás, Patrono del cementerio y ingeniero industrial que ha vivido medio siglo en Valencia, donde llegó con su mujer, médico, que vino a trabajar al Hospital la Fe y aquí se quedó ya para siempre: “Cuando vine me dedicaba a arreglar las máquinas del hospital cuando se estropeaban y así me ganaba la vida hasta que se implantó aquí la Ford”.
El cementerio suele estar cerrado hoy en día y solo se abre para visitar previo aviso o en estos días de Todos los Santos, para quienes quieran visitar a sus familiares. Hay enterradas unas 350 personas aunque solo se tienen registradas 296 fallecidas en estos 2.376 m2. Muchas, se perdieron durante la gripe de 1918 y la Guerra Civil.
Mantener el cementerio es costoso y cualquier ayuda es bienvenida. En su página web hay más información y se pueden concertar visitas para descubrir esta historia tan desconocida de Valencia que nos une más que con la cultura inglesa. El viaje al pasado sin moverse del presente, ni de casa.