Valencia aprueba la Ordenanza de Zona de Bajas Emisiones: afectará a turismos, motocicletas y ciclomotores con la etiqueta A
Tendrá una superficie de 27,8 km2 delimitada por la Ronda Norte, la avenida de los Naranjos, la calle Serrería y el Bulevar Sur
El Pleno del Ayuntamiento ha sacado adelante este martes, con los votos a favor del equipo de Gobierno, la aprobación inicial de la Ordenanza de Zona de Bajas Emisiones, que define una única Zona de Bajas Emisiones, 'Valencia ZBE', con una superficie de 27,8 km2 delimitada por la Ronda Norte, la avenida de los Naranjos, la calle Serrería y el Bulevar Sur. La implantación de la ZBE dará cumplimiento a la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de Cambio Climático y Transición Energética cuyo objetivo es mitigar y reducir el volumen de la contaminación del aire derivada de la movilidad.
El borrador de la Ordenanza fue aprobado el pasado mes de diciembre, lo que abrió un plazo de presentación de alegaciones, de cara a su ratificación por la corporación en sesión plenaria, lo que se ha producido en la convocatoria ordinaria de hoy, aunque sin el respaldo de los dos grupos de la oposición, Compromís y PSPV-PSOE. El debate ha estado precedido por la intervención de un representante de la asociación Mesura, que ha subrayado “los problemas de incremento del tráfico y de la contaminación que padece la ciudad”, y ha propuesto cuatro medidas al plenario: “crear de una comisión de seguimiento de la ZBE que traslade sus conclusiones a Europa, evaular si la ordenanza cumple los mínimos del Real Decreto de creación de las ZBE, establecer aranceles al Puerto de València para proteger el territorio, y establecer medidas de estacionamiento prioritario para las personas residentes en València”.
Esta intervención ha dado paso al debate plenario sobre la ordenanza, con la intervención de la concejala socialista María Pérez, quien la ha definido como “una ordenanza de mínimos, que no responde al objetivo de mejorar calidad del aire porque –ha afirmado- esta no es la prioridad del PP ni lo ha sido desde inicio de su gobierno”. Pérez ha asegurado que la concepción de esta herramienta por parte del Gobierno de Catalá “no es la de mejorar la salud de la ciudadanía, sino la incomodidad para el tráfico”, y ha asegurado que “usan las rentas bajas como excusa para la inacción, pero sin embargo no han eximido explícitamente a las personas con menos recursos mediante el uso del Iprem”. “El tema va de salud pública, no de restricciones”, ha defendido la concejala socalista. “La contaminación afecta directamente a la salud de los habitantes de la ciudad, y la ZBE debería ser una herramienta clave para revertir la situación; por eso debería ser para todos los barrios, no dejar a los barrios periféricos como trasteros, y convertidos en aparcamiento de la ciudad”.
En parecidos términos se ha manifestado el concejal de Compromís Giuseppe Grezzi, quien ha asegurado que la ordenanza “es la cereza del pastel rancio de la Capital Verde, dado que este gobierno no tiene ninguna intención de reducir los coches ni la contaminación”. Grezzi ha lamentado que no se haya aceptado “ni una sola de las aportaciones de la oposición, algo que es la primera vez que pasa en esta ciudad”, ha asegurado. Y también ha denunciado “que los barrios del Marítim y del Sud se comerán toda la contaminación: serán los aparcamientos de toda España y de toda Europa, porque ahí sí que podrán aparcar los vehículos de más de 30 años, en una clara desigualdad entre barrios”. Finalmente, el concejal de Compromís ha subrayado que la aplicación de la nueva normativa “creará barrios a dos velocidades” en materia de movilidad y de salud, y ha asegurado que “la ordenanza nace vieja porque ya reconocen que en el futuro se tendrán que revisar: de hecho –ha concluido- la directiva europea de calidad del aire se trasladará a la normativa de los países de la Unión antes de que entre en vigor nuestra ZBE”.
Mejorar la calidad ambiental de la ciudad
El concejal delegado de Movilidad, Jesús Carbonell, ha rechazado estas críticas, y ha defendido la redacción de la Ordenanza “cuya finalidad es mejorar la situación de partida de la calidad ambiental”. En concreto se plantea como objetivo reducir significativamente los niveles de contaminación atmosférica correspondientes al dióxido de nitrógeno (NO2), partículas en suspensión menores de 10 micras (PM10) y partículas en suspensión menores de 2.5 micras (PM2.5). La evaluación de este objetivo se llevará a cabo con el monitoreo constante de la calidad del aire.
Carbonell ha defendido que la aplicación de la Ordenanza “proporcionará grandes mejoras”. Su implantación se plantea a 3 años vista, y en 2028 ya estará implementadas todas las medidas. Según el concejal, se trata da un texto “proporcional, porque es lo menos restrictivos posible, que es lo que exige la jurisprudencia a la hora de implementar ZBE. Y cumple directrices y la normativa del Ministerio (delimitación mediante rondas fácilmente identificables por la ciudadanía)”. Además, se contemplan “excepciones que no ponen en riesgo el cumplimiento de los objetivos, como los afectados por la dana con vehículos antiguos, para quienes se incluye una moratoria en la aplicación de las directrices previstas”.
La ZBE se implantará de forma progresiva y afectará a turismos, motocicletas y ciclomotores con la etiqueta A, según el catálogo de distintivos medioambientales de la DGT, salvo algunas excepciones. Quedarán excluidos de las restricciones los vehículos asociados a actividades económicas (pymes, autónomos...), con el fin de proteger los intereses económicos y sociales de la ciudad.
Desde la entrada en vigor de la norma hasta el 30 de noviembre de 2025 se pondrá en marcha una fase informativa donde se dará preaviso a los vehículos afectados por las restricciones. El 1 de diciembre de 2025 se iniciará la fase sancionadora que afectará a los vehículos más contaminantes registrados fuera de la provincia de València, que se mantendrá durante el año 2026. El 1 de enero de 2027 se ampliará la fase sancionadora a los registrados en la provincia de València excluyendo a aquellos matriculados en la ciudad de València. Finalmente, el 1 de enero de 2028 se hará extensible a cualquier vehículo que entre en el municipio.
Además, se aplicará una moratoria en el inicio del régimen sancionador, con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2027, a los vehículos más contaminantes registrados en los municipios recogidos en el Anexo del Decreto 164/2024, de 4 de noviembre, del Consell, de aprobación de las bases reguladoras y del procedimiento de concesión directa de ayudas urgentes a los municipios afectados por los daños producidos por el temporal de viento y lluvias iniciado en la Comunitat Valenciana el 29 de octubre de 2024; y con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2028, a los vehículos más contaminantes registrados en las pedanías del municipio de València recogidas en el Anexo del indicado Decreto.
Para la implantación de las ZBE se están instalando, de manera progresiva, hasta 278 cámaras de acceso en 68 puntos de control, que verificarán los permisos de acceso mediante la lectura automática de matrículas, así como cartelería informativa a lo largo del perímetro.