Dos mujeres ganan la 14ª Bienal Martínez Guerricabeitia
Las obras ‘Nobody will speak of us when we are dead’ (2017), de María Carbonell, y ‘Zoosofias’ (2018), de Paloma Pájaro, son las creaciones seleccionadas en la 14ª Bienal Martínez Guerricabeitia del total de veinte piezas presentadas en el Museo de la Ciudad de València.
La Bienal Martínez Guerricabeitia celebra su 14ª edición bajo el lema ‘Naufragios’. De una veintena de obras de artistas procedentes de todo el Estado español expuestas desde el 10 de diciembre hasta el 22 de marzo en el Museo de la Ciudad de València, las creaciones de María Carbonell y Paloma Pájaro son las encargadas de pasar a formar parte de la colección formada por más de 500 piezas.
La Bienal Martínez Guerricabeitia es el acontecimiento artístico universitario más longevo de la Comunitat Valenciana y se ha consolidado como un sugestivo encuentro entre el público y la obra seleccionada. María Carbonell asegura que “Estoy muy contenta de que la pieza forme parte de la colección” y Paloma Pájaro afirma que está “agradecida y sorprendida”.
En la 14ª Bienal Martínez Guerricabeitia, comisariada por José Pedro Martínez, director de actividades de la Col·lecció Martínez Guerricabeitia, cada artista aborda desde su perspectiva y enfoque personal la idea de los naufragios de ideologías, proyectos materiales e inmateriales, iniciativas políticas, económicas y sociales, a diferentes escalas geográficas y humanas, optando por una amplia variedad de técnicas y apoyos para plasmar su visión particular.
Esta ocasión cuenta con la particularidad de que las dos obras seleccionadas pertenecen al género femenino. Acontecimiento que adquiere una gran importancia para sus protagonistas. “Me gustaría que la obra hablase por sí misma, no en géneros, pero hay que hacer un esfuerzo todavía en eso porque como mujer artista tienes que trabajar más para dar visibilidad a tu trabajo” cuenta María Carbonell.
La obra ‘Nobody will speak of us when we are dead’ de la murciana María Carbonell cuenta la historia de los refugiados, para hablar a través de la pintura del fenómeno migratorio como única opción de supervivencia. Según la artista, su composición “gira entorno a las dificultades como única forma de supervivencia porque no hay más salida que mirar a otro lugar y eso implica dolor y pérdida desde el punto de partida”. La figura central de la obra es un padre con su hijo que ha muerto de frío en sus brazos. A su izquierda, extremidades de cuerpos sin vida. Delante, una niña increpa con su mirada fija al espectador que, en ese momento, sabe que alguna cosa no cuadra. Una escena sufrida porque como dice la protagonista “no quería tratar el tema de una manera suave”.
Por su parte, la pintura de la madrileña Paloma Pájaro plantea enigmas sobre la evolución e involución de nuestra especie, los paraísos artificiales y la capacidad para ser infelices. Un proceso continuo de construcción, de destrucción y de cambio porque esta transformación no solo puede tener lugar en la confrontación con el mundo, en la asunción de una dialéctica no siempre amable con los otros. En definitiva, “como consecuencia de la política es una reflexión en torno a la guerra humana utilizando a los animales como trasunto de lo humano”.
Este año, el comité de selección para la 14ª Bienal ha estado integrado por las galerías Artnueve (Murcia), Espai Tactel (València), Gema Llamazares (Gijón), La Gran (León), Pilar Serra (Madrid) y los críticos de prestigio en el campo del arte contemporáneo Paula Achiaga, Susana de Blas, Ángel Calvo, Javier Castro y Regina Pérez.