"La exposición de la población valenciana a nitrato por consumo de verduras no representa riesgo para la salud"
La investigación, que determina los niveles de nitratos en vegetales y evalúa los riesgos para la salud, pone de manifiesto que tan solo el 1,68% de las 533 muestras estudiadas superan los límites marcados por las autoridades europeas, y que el riesgo derivado de la presencia de nitratos en vegetales es inapreciable. De entre las especies analizadas, las acelgas, las espinacas frescas y la lechuga concentran los mayores niveles de nitrato, mientras que las zanahorias presentaron los índices más bajos de esta sustancia.
El trabajo también calcula la exposición de la población valenciana a los potenciales peligros de la ingesta en exceso de nitrato, y determina que únicamente el 1,39% de los jóvenes y el 0,79% de los adultos sobrepasan la cantidad diaria admisible de nitratos.
El equipo investigador está integrado por Leyre Quijano, Vicent Yusà, Guillermina Font, Claudia McAllister, Concepción Torres y Olga Pardo, de los Departamentos de Medicina Preventiva y Salud Pública por una parte, y Química Analítica por otra, de la Universitat de València; el Área de Investigación en Seguridad Alimentaria de la Fundación FISABIO y la Dirección General de Salud Pública de la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública.
"El nitrato es un compuesto que se encuentra de modo natural en el suelo y que se absorbe por las plantas. El uso intensivo como fertilizante agrícola incrementa su presencia en las verduras, especialmente las de hoja ancha, que pueden acumular grandes niveles de este sustancia en sus hojas", explica Guillermina Font.
El nitrato no es tóxico en pequeñas dosis, pero diversos estudios lo han relacionado con enfermedades como la metahemoglobinemia, un trastorno sanguíneo. Es por ello por lo que la Comisión Europea ha establecido unos niveles máximos de nitrato en alimentos. Sin embargo la propia Comisión insiste en que los beneficios de comer vegetales son mucho mayores que los riesgos derivados de la presencia de nitratos.
El artículo, publicado en la revista Food and Chemical Toxicology, ha analizado la composición de siete especies de verduras. Los datos muestran cómo la mayoría de verduras comercializadas en los mercados valencianos presentan menores niveles de nitratos que las verduras de otros mercados europeos, y ello se relaciona, según Vicent Yusà "con las condiciones climáticas, ya que una mayor insolación y temperatura tienden a reducir el contenido de nitratos en estas plantas".
Comparando por países la exposición a nitrato de la población, ésta es mayor en países como Polonia, Francia, Nueva Zelanda, Estonia o Irlanda.
Estos resultados también ponen de manifiesto un descenso de la contaminación por nitrato en las hortalizas de la Comunitat respecto a anteriores estudios. "Esta reducción podría estar relacionada con la correcta aplicación del código de Buenas Prácticas Agrícolas durante los últimos años", sostienen los autores.
Para esta investigación, se ha analizado las cantidades de nitrato en los vegetales a partir de datos obtenidos del programa de monitorización de la Generalitat Valenciana, llevado a cabo entre 2009 y 2013, en el que se observaron un total de 533 ejemplares de siete especies de verduras distintas, como la acelga, la lechuga, la lechuga iceberg, las espinacas, la patata, la alcachofa y la zanahoria.
Además, se ha calculado la ingesta diaria de nitrato tomando como base la información proporcionada por la Conselleria de Sanitat, a través de un estudio de hábitos de consumo de la población valenciana, elaborado en 2010 y 2011, en el que participaron casi 1.500 ciudadanos.
Trayectoria
Guillermina Font es docente e investigadora del Área de Toxicología, inscrita en el departamento de Medicina Preventiva, de la Facultad de Farmacia de la Universitat de València. Además, es directora del máster oficial en Calidad y Seguridad Alimentaria. Sus investigaciones se centran en la evaluación del riesgo toxicológico en la alimentación, especialmente en cuanto a residuos de pesticidas, drogas veterinarias y micotoxinas.
Por su parte, Vicent Yusà es profesor asociado del Departamento de Química Analítica de la Universitat de València e investigador del Área de Seguridad Alimentaria de FISABIO, dependiente de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública.
Olga Pardo es investigadora en el Área de Seguridad Alimentaria de FISABIO-Salud Pública y desempeña su actividad docente como profesora asociada en el Departamento de Química Analítica de la Universitat. Su trayectoria profesional se ha desarrollado en al ámbito de la Seguridad Alimentaria, tanto en laboratorios acreditados –poniendo a punto nuevas metodologías analíticas–, como en el área de control oficial, evaluación y priorización del riesgo derivado de la ingesta de contaminantes a través de la dieta.