En mi finca tenemos una administradora
Ahora estamos todos los vecinos muy contentos y despreocupados porque tenemos una administradora que se ocupa de todo. Se ocupa de todo lo que se ocupa y le pagamos 1.500 euros para que ella también esté contenta por el “buen trabajo” que realiza.
La administradora, nuestra administradora, no me avisa de cuando hay junta general porque dice que su obligación es poner un cartel en la finca para que nos enteremos todos (si alguno tiene el piso alquilado es su problema). Nuestra flamante administradora no me remite, casi nunca, copia de las actas para que, los que no hayamos podido acudir, sepamos lo que se ha acordado. Eso sí, lleva las cuentas muy bien; tan bien que el extracto bancario que nos muestra, es “un programa muy avanzado”.
Cuando hay que hacer balance, nuestra flamante administradora anota escuetamente en el libro de actas: “La Administradora presenta el balance de gastos e ingresos en el cual se muestran los siguientes saldos: Saldo inicial tanto y saldo final tanto.” En vano he intentado explicarle alguna vez lo que es un Balance, una cuenta de gastos y un presupuesto.
Por esta magnífica gestión, repito, cobra puntualmente 1.500 euros que ella misma se revaloriza sin comunicarlo en ninguna asamblea de vecinos, ni hacerlo constar en acta.
Les cuento una aventura no muy lejana: En enero de 08 le presenté dos ingresos justificando dos de las cuatro cantidades que me reclamaba de unos bajos. En Mayo de ese mismo año acudí a la oficina de mi administradora a averiguar si habían detectado el posible error. “No se preocupe ya lo veremos y ya le diremos algo”. Ha pasado todo el año 2008 y el 28-7-09, me dijeron que yo no debía nada de los cuatro apuntes que anteriormente me reclamaban.
En esa fecha les mandé un escrito, en el que, como propietario, le hice una serie de preguntas, entre ellas éstas dos: quería saber el detalle de mi deuda y cuánto han pagado los bajos comerciales. Curiosamente los bajos no debían nada en julio de 2009 y adeudan 1.600 euros seis meses después, lo que no me cuadra con las cuotas de derrama establecidas.
En Marzo, este año, he vuelto a mandar a mi flamante administradora un nuevo escrito, con acuse de recibo, insistiendo sobre mi escrito anterior y pidiéndole la información que intento conocer como propietario.
Nuestra administradora es un sol. He dejado de pagar mi cuota para presionarla a que me conteste y ha sido tan amable que ni siquiera me ha mandado, durante un largo año, ni una simple carta reclamándome la deuda.
Mi/nuestra administradora, que cobra por presentar cuentas nada explicativas; que lleva un libro de actas con mala letra y más de un borrón; que no me avisa a las convocatorias de juntas; que me manda algún acta solo de uvas a peras; que no me reclama mi deuda; que no contesta a mis escritos; que es de suponer recibe un buen trato de los proveedores por las obras que realizamos en nuestra finca; que no hace presupuesto de gastos; que se aumenta el sueldo cada año sin siquiera hacerlo constar en acta; que.. ¡Que tiene un morro que se lo pisa! …nuestra administradora, está muy contenta y nosotros ,tontos de nosotros, estamos muy contentos con nuestra administradora.
En mi finca tenemos una administradora.
Aprovechando lo útil que es esta crisis para desprendernos de gastos superfluos, los vecinos deberíamos comprender la inutilidad de tener una administradora tan incompetente como la nuestra, dejando de pagar por un trabajo, en mi opinión, tan mal hecho.
Eso no es una administradora, eso es una melonera.