Silla retoma las obras que evitarán las graves inundaciones en la localidad

Que Silla se inunde cada vez que llueve con intensidad. Es lo que se quiere evitar con las obras de renovación de los sumideros y de las tuberías que se están llevando a cabo en esta localidad valenciana y que, tras siete años desde que comenzaran y con un parón de otros cinco debido a problemas con la constructora, podrían solucionar definitivamente el problema que arrastra Silla cada vez que hay una tormenta repentina.

La consellera de Agricultura y Medio Ambiente ha querido comprobar in situ cómo están evolucionando las obras en un día que, paradójicamente, ha amanecido con lluvias. Así, Elena Cebrian ha recorrido las calles del centro histórico en el que se están realizando dichas obras de adecuación. Concretamente, la Generalitat está costeando las fases 1 y 2 de la misma con un presupuesto invertido de ocho millones de euros y invertirá otros 6 millones en la fase 4. La tercera fase depende de presupuesto municipal.

Con esta actuación se quiere evitar que se repitan estampas como las de la imagen, cedida por el fotógrafo local Pedro J. Picazo, y en las que se observa como la ciudad se convertía en una balsa. "Aquí el agua ha llegado a un metro de altura cuando ha llovido mucho", comentaba Magdalena, una vecina de la zona sobre la Plaza España. Es en este punto donde se está construyendo un sumidero con capacidad para casi cinco metros cúbicos de agua y evitar así las inundaciones de calles como Valencia o Reyes Católicos.

Precisamente una de las zonas más afectadas era avenida principal, la Rambla de la Independencia, que como bien su nombre indica era una rambla natural. Se trata de un proyecto "urgente y importante", en palabras de la titular de Agricultura: "Era necesario no solo por lo que supone para el casco urbano sino también por la capacidad de recoger aguas pluviales que pueden surgir con gran intensidad y concentración en el tiempo, dado nuestro clima". Un clima caracterizado porque no caiga ni gota en varios meses y de repente llegue una gran tormenta.

El que afecta a Silla es, según Cebrián, un problema de seguridad pero también ambiental porque el agua que pasa por la localidad se debe filtrar para que llegue limpia a la Albufera. Asimismo, la consellera de Agricultura ha insistido varias veces en la necesidad de finalizar la infraestructura para que no se acumule un volumen "excesivo" en una zona en la que "hay riesgo de inundación, de contaminación y molestia para los vecinos".

Varios años paradas

Las obras comenzaron en 2009 y ante la gran expectativa de solucionar un problema histórico pero tan solo dos años después cesaron debido a problemas "burocráticos", tal y como apuntan desde el Ayuntamiento. Lo cierto es que problemas con la constructora han mantenido las grúas aparcadas hasta este mismo año.

Así, en las dos primeras fases se están renovando y ampliando los sumideros para drenar el agua de lluvia en el centro de la localidad evitando así que tarde "horas" en absorverse, tal y como ha lamentado el alcalde de Silla, Vicent Zaragoza. De momento ya se nota la mejoría con estas dos primeras fases aunque la más esperada es la última puesto que eliminará el "cuello de botella" y hará que el agua salga del municipio más rápidamente.

Una última fase en la que, además, se solucionará parte del problema ambiental, tal y como ha explicado Cebrián. Un 'filtro verde' natural limpiará el agua antes de que salga hacia la Albufera: "Es una cuestión de calidad ambiental que redundará en la calidad de vida de los vecinos de Silla".