El Consorci de Museus lleva la pasión geométrica de Monika Buch a Sagunto
El Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana inaugura esta tarde la exposición 'Monika Buch. Trayectoria 1956/2018' en la Casa de Cultura del Puerto de Sagunto. La muestra, que ya se pudo ver el pasado año en la Fundación Chirivella Soriano, reúne 40 obras que repasan la trayectoria de esta artista valenciana que a sus 82 años sigue produciendo.
La exposición muestra la pasión geométrica de Monika Buch y reúne 50 años de producción artística. La muestra sitúa a Monika Buch como artista, como mujer y como valenciana y reivindica su obra como una de las trayectorias más interesantes del arte valenciano del siglo XX.
En este sentido, el director del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, José Luis Pérez Pont, ha señalado que "la exposición reconoce la trayectoria creativa de Monika Buch y nos permite enriquecer el relato del arte contemporáneo valenciano".
Pérez Pont ha recordado que "desde el Consorci de Museus estamos trabajando para reconstruir la historia del arte desde el punto de vista de la mujer visibilizando el trabajo y las aportaciones que muchas de ellas han hecho al arte actual".
Por su parte, el comisario de la exposición ha manifestado que "Monika Buch es de las pocas mujeres que se han dedicado en el siglo XX a la abstracción geométrica" y ha añadido que "es de las pocas que continúan y perseveran en la creación continuada, con sus altos y sus bajos, pues también fue madre en tres ocasiones, en un momento en que se exigía exclusividad a ello".
El director del Consorci de Museus ha añadido asimismo que "Monika Buch comenzaría su carrera sin un referente cultural femenino en el que mirarse; su obra es, sin embargo, hoy en día, un ejemplo para todos".
Monika Buch nació en València el 5 de marzo de 1936. Su familia, procedente de la ciudad alemana de Halle an der Saale, se trasladó a finales del siglo XIX a València, pero la Guerra Civil española retornó a toda la familia a Alemania de nuevo.
Estudió en los colegios alemanes de València y de Barcelona, y tras realizar el servicio social femenino, obligatorio para obtener el pasaporte, su madre la animó a que se trasladase a la ciudad alemana de Ulm, donde en 1955 ingresó en la Hochschule für Gestaltung (HfG).
Tras su etapa en Ulm, en 1958 la artista se trasladó a Utrecht, ciudad donde sigue ahora residiendo y donde cursó los estudios universitarios de Pedagogía y Psicología Infantil. Durante dos años centró su actividad en el campo del diseño de juguetes en la fábrica holandesa ADO. Desde 1972 se dedicó a su trabajo artístico, con investigaciones centradas en la interrelación forma-color.
La pintora valenciana, a sus 82 años, vive a caballo entre Utrecht y Paterna, en una casa llena de recuerdos, donde ha instalado un estudio para pintar y seguir su trayectoria artística.
La exposición está en la línea de vertebración del territorio del Consorci de Museus y el apoyo al desarrollo cultural de ciudades como Sagunto, que ostenta la capitalidad cultural valenciana. Con este motivo recientemente el Consorci de Museus ha expuesto en la capital de El Camp de Morvedre 'Blasco Ibáñez y el rostro de las letras', los primeros momentos de la 'Col·lecció d'Art Contemporani de la Generalitat Valenciana' así como la muestra 'En defensa de la Cultura'.
Discurso expositivo
La trayectoria de Monika Buch no es lineal. Toma y retoma ideas anteriores para seguir progresando en sus investigaciones y en los resultados plásticos que de ellas derivan. Hemos agrupado su obra en cinco apartados diferentes, independientemente del año de su creación.
Las piezas realizadas en los años de Ulm, compondrían 'la formación'. Otro apartado lo constituyen 'las obras lineales, geometría en estado puro', en las que apreciaremos sus procesos de investigación, piezas cuya experimentación reitera a lo largo del tiempo y en diferentes temas. Otro grupo serían 'las engañosas figuras imposibles'; y en ese mismo sentido estarían las obras óptico-cinéticas, que pretenden llevar el movimiento, su efecto, a la bidimensionalidad; y por último, 'las casuales', obras en que la repetición de un mismo módulo deja un cierto azar en el resultado, según la carga de acrílico del tampón utilizado.