Valencia y Cuenca se ‘acercan’ con la mejora de una carretera que las conecta
La Diputación adecuará la CV-478 a la altura de la provincia manchega
El área de Carreteras de la Diputació de València someterá a información pública en los próximos días el proyecto constructivo “Acondicionamiento y mejora del Camino de Negrón a N-330”, el cual, con una longitud de 7,5 km, presenta importantes deficiencias en el firme.
La diputada de Carreteras y vicepresidenta segunda, Reme Mazzolari, explica que “al ser la zona limítrofe entre las provincias de Valencia y Cuenca, este camino es transitado por muchos vecinos del Rincón de Ademuz para comunicarse con la comarca de la Serranía Baja conquense, y viceversa”.
En este sentido, Mazzolari incide en que “facilitar el tránsito por las zonas de interior con las máximas condiciones de seguridad es fundamental para que la población de estos municipios pueda acceder a servicios entre pueblos vecinos” y destaca “el papel que juegan unas buenas comunicaciones para luchar contra el fenómeno de la despoblación”.
La actuación proyectada es la continuación de la CV-478, una carretera perteneciente a la red local de la Diputación de Valencia que conecta Ademuz con la provincia de Cuenca por Vallanca. La intervención se desarrolla a partir del kilómetro 2,5 del camino y discurre íntegramente en el término municipal de Moya (Cuenca), puesto que el área que recae en la provincia de Valencia se encuentra en buen estado.
Sin embargo, en el tramo entre los puntos kilométricos 2,5 y 5,3, el camino presenta un tratamiento superficial muy deteriorado por el transcurso del tiempo, mientras que en el último intervalo hasta el kilómetro 7,5 el camino presenta deficiencias e irregularidades que dificultan el tránsito.
Para mejorar las características estructurales y superficiales del firme existente, se utilizarán técnicas que disminuyan el impacto ambiental de la obra. Así, la reutilización de materiales in situ contribuye a no tener que abrir nuevos yacimientos de áridos, ni a reducir las reservas de los existentes; mientras que la disminución del transportes disminuye las emisiones de CO2 y otros contaminantes, así como los impactos colaterales que provoca sobre los caminos y flora adyacentes (polvo, erosiones, etc.). De esta forma se consigue una mejor adaptación medioambiental, sostenibilidad e integración paisajística por el entorno que atraviesa.
La actuación, con un presupuesto total de licitación de las obras de 509.843,97 euros y un plazo de ejecución de cuatro meses, incluye la mejora de la señalización vertical, marcas viales y dotación de elementos de balizamiento necesarios, además de la mejora del drenaje superficial mediante la ejecución de badenes inundables de hormigón y cunetas de seguridad.