La Plataforma del País Valenciano por un tren público, social y sostenible se opone al cierre de la línea Aranjuez-Cuenca-Utiel
El cierre del servicio ferroviario significa un atentado ecológico y social, además de una apuesta decidida por el transporte por carretera y la Alta Velocidad
Los diferentes gobiernos, central y autonómico, han descuidado de forma consciente el mantenimiento y la mejora de la línea de tren de Aranjuez Cuenca Utiel, provocando un abandono de las instalaciones y de los trenes, propiciando así el deterioro de los servicios ferroviarios hasta justificar su cierre.
Esta línea, como otras muchas en nuestro territorio, es una herramienta fundamental para evitar el despoblamiento de las zonas por las que discurre y vertebrar los territorios. Además, presenta un gran potencial en el transporte futuro de mercancías.
El freno de la despoblación se logra cuando en los municipios se consolidan los servicios públicos universales y de calidad. Y el tren, junto a la enseñanza, la sanidad, el bienestar social, la actividad productiva agrícola y la ganadería, entre otros, consiguen dotar de equivalencia al ámbito rural respecto al urbano.
El tren, además de vertebrar el territorio, aporta el enfriamiento del planeta, siendo el medio de transporte junto a la marcha a pie y la bicicleta, que consume menos energía para la misma cantidad de transporte de personas o de toneladas de mercancías.
Nuestro planeta está en emergencia climática y, en esta situación, proponer la sustitución del tren por el transporte por carretera agrava aún más el problema.
Consideramos que el Ministerio de Transporte, y el Gobierno en su conjunto, cometen un error estratégico muy importante al cerrar esta línea de tren.
Desde la Plataforma del País Valenciano por un tren público, social y sostenible que vertebra el territorio y enfría el planeta, nos oponemos totalmente a esta medida y nos concentramos para pedir que se invierta en las mejoras necesarias para impulsar las líneas ferroviarias, especialmente a las zonas rurales.