El Museu de Prehistòria de la Diputació descubre los secretos del depósito de monedas medievales más importante de Valencia

El Servicio de Investigación Prehistórica del Museu de Prehistòria de València ha presentado el libro El depòsit monetari del carrer de la Llibertat de València i la moneda grossa d’argent de Barcelona (segles XIII-XIV), de Miquel Sánchez Signes, en un acto que ha tenido lugar en la biblioteca del museo propiedad de la Diputació de València y que ha contado con la presencia del propio autor y de Josep Torró, profesor titular del departamento de Historia Medieval de la Universitat de València.

El ejemplar, que forma parte de la serie de ‘Trabajos varios’ del Museu de Prehistòria, recoge los resultados de una exhaustiva investigación, llevada a cabo por Miquel Sánchez Signes durante una década, sobre el depósito monetario de la calle de la Libertad. Se trata de un auténtico tesoro monetario compuesto por 2.483 monedas de plata, todas acuñadas en la casa de la moneda de Barcelona entre los siglos XIII y XIV.

Es, sin duda, una de las acumulaciones monetarias medievales más importantes no sólo de la Corona de Aragón, sino de toda España. Principalmente debido a sus características particulares, ya que es un depósito cerrado que está formado únicamente por un tipo de moneda, el llamado gordo de plata, más conocido con el nombre de croata.

Los croatas fueron una moneda barcelonesa creada por Pedro el Grande en el último año de su mandato, en 1285. Se acuñaban, en un principio, únicamente en la casa de la moneda de Barcelona, y tuvieron una primera etapa de gran éxito comprendida entre aquel año y la década de 1360, aproximadamente. Cada moneda de plata equivalía a 12 de las monedas pequeñas de cobre, que en la Edad Media se denominan “dinero”. Precisamente todo este periodo, a excepción de los últimos troquelados hechos en Barcelona, se encuentra presente en el depósito de la calle Libertad. Comprende los reinados sucesivos de los monarcas Pedro III el Grande, Alfonso III el Franco, Jaime II el Justo, Alfonso IV el Benigno y Pedro IV el Ceremonioso, todos ellos representados en las monedas objeto de análisis.

No se conoce otro tesoro de este volumen en época medieval que esté formado por un tipo de moneda tan específico y en un estado de conservación tan bueno como el que se ha estudiado en el libro que se presenta.

Descubrimiento de las monedas

El tesoro apareció en el año 1994 en el transcurso de las obras de ampliación de la sede de las Cortes Valencianas, en dos solares situados en la calle de la Libertad. La excavación arqueológica, dirigida por la arqueóloga Consuelo Matamoros, documentó una complicada secuencia que iba desde nuestros días hasta época islámica, pero fue en los estratos datados en la Baja Edad Media donde aparecieron las monedas, escondidas dentro del vacío de un muro.

Las primeras aproximaciones a su estudio las llevaron a cabo los investigadores Pere Pau Ripollès y Maria de Mar Llorens, con la misma Consuelo Matamoros, en 1994, y, de nuevo, en una publicación monográfica, años más tarde, dedicada a los tesoros monetarios de Valencia. Pero no se volvió a profundizar en la colección hasta el año 2010-2011, cuando María del Carmen Bouzas y Manuel Gozalbes retomaron su clasificación. Esta fue la base sobre la cual Miquel Sánchez Signes empezó su investigación.

Actualmente, el depósito está dividido en dos espacios. Mientras que el Museu de Prehistòria de València custodia 2.083 de las monedas, 400 de ellas permanecen guardadas en las Cortes Valencianas, junto con el recipiente donde aparecieron ocultas, un brasero cerámico datado a mediados del siglo XIV y un plato de la misma época.

Los grandes interrogantes

La investigación además ha sido convertida en tesis de doctorado, dirigida por el profesor Josep Torró en la Universitat de València. El libro no sólo hace un repaso al aspecto de numismática más puro, con el análisis de las monedas, su clasificación por tipo, su catalogación y contabilización, sino que el trabajo va más allá. El autor consigue situar el tesoro en su tiempo, tratar de comprender el contexto de su formación y de su pérdida.

Trata de responder a la pregunta principal, que es ¿qué hace un tesoro de casi 2.500 monedas barcelonesas en el corazón de la ciudad de Valencia? Por esta razón, analiza la circulación monetaria en el Reino de Valencia y el condado de Barcelona durante los siglos XIII y XIV, consiguiendo definir un fenómeno de uso compartido de la moneda valenciana y la catalana en aquellos momentos. Si no hubiera sido por aquel movimiento de paridad, habría sido casi imposible un hallazgo de estas características. La hipótesis se fundamenta en el estudio de documentación de archivo, pero también en hallazgos arqueológicos de otros tesoros en tierras valencianas, catalanas y del sur de Francia, con monedas de Valencia y de Barcelona, para trazar una evolución de los volúmenes de monedas presentes en cada momento histórico.

El trabajo se complementa con el análisis de laboratorio de 24 de las monedas del tesoro, y con el estudio de los volúmenes de producción aproximados para croatas en la casa de la moneda de Barcelona en los siglos XIII y XIV. En definitiva, una investigación que intenta tocar todos los aspectos relativos a la formación, vida y pérdida del tesoro y, al fin, contestar a una curiosa pregunta: ¿quién fue el encargado de formar aquella pequeña fortuna y cómo, cuándo y por qué razón la perdió?