Mazón en la Tomatina: “es un sano ejercicio para los políticos recibir tomatazos con alegría”
Buñol ha cumplido este año 77 ediciones con una cifra de más de 20.000 asistentes y 120.000 kilos de tomates
Buñol ha vuelto a teñir este último miércoles de agosto sus calles de rojo con 120.000 kilos de tomates, como marca la tradición en su icónico festejo de la Tomatina. La localidad valenciana ha cumplido este año 77 ediciones con una cifra de más de 20.000 asistentes.
Esta cita tan esperada ha vuelto ha congregar a miles de personas de diferentes nacionalidades, este año con una novedad, con la posibilidad de acceder a vivir la experiencia desde dentro de los camiones con entradas que ascendían a 500 euros.
Son muchos los que no se han querido perder esta fiesta valenciana declarada de Interés Turístico Internacional, como es el caso del president de la Generalitat, Carlos Mazón, que ha recalcado que “es increíble lo que en esta tierra somos capaces de hacer con una broma que empezó hace 77 años” tras vivir el festejo desde el interior de uno de los camiones.
El jefe del Consell ha señalado que “es la primera vez que veo a la gente pedir un tomatazo, yo creo que es un sano ejercicio para los políticos recibir tomatazos con alegría, con deportividad y con germanor. Así que me aplico el cuento, un tomatazo no es malo, un tomatazo es estupendo”. También ha puesto también en valor el tomate, protagonista de la fiesta, como uno de los productos estrella de la Comunitat Valenciana que “sabemos elaborar y sabemos trabajar” en sus diferentes variedades.
También el presidente de la Diputació de València, Vicent Mompó, ha participado esta mañana en la Tomatina de Buñol. Mompó ha anunciado que la institución provincial “continuará apoyando esta cita turística aportando la totalidad de los tomates que la protagonizan” y ha remarcado que “al igual que en esta edición, serán productos de kilómetro cero, cultivados y recogidos en la provincia de Valencia”.
En este sentido, el presidente provincial ha hecho hincapié en “el enorme escaparate para nuestra tierra que significa una fiesta en la que participan más de 20.000 personas de 28 países, porque es una oportunidad para que el mundo conozca la calidad de nuestros productos y el buen hacer de nuestros agricultores” y ha recordado también que “el hecho de que los tomates sean valencianos hace la fiesta aún más sostenible porque reduce de manera drástica los desplazamientos asociados al transporte”.