El Gobierno responde a Compromís que entregó al Ayuntamiento el Miramar
En una respuesta parlamentaria, el Gobierno elude toda su responsabilidad ante el fiasco que supuso la construcción en junio de 2009 de la Torre Miramar, en la entrada norte de València, una construcción fruto de la época dorada del despilfarro en obras faraónicas deficitarias y con sobrecostes. La torre que da la bienvenida a quienes acceden al Cap i Casal por el norte costó 24 millones de euros de los 15 presupuestados inicialmente - 9 millones en sobrecostes-. Tres meses estuvo abierta al público, hasta que el ascensor que da acceso a la planta superior se estropeó en los primeros días de apertura y así sigue sin que quien la construyera tome ninguna decisión al respecto a pesar de los evidentes problemas constructivos.
El senador territorial, Carles Mulet, ha lamentado la “falta de diligencia y de amor propio por los recursos invertidos” fruto de un Convenio suscrito entre el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de València y el Consell Metropolità de l’Horta, cuyo objeto era la ejecución de las rondas de València.
En la respuesta el Gobierno remarca que “las obras se ejecutaron de acuerdo con el proyecto redactado, en total coordinación con todos los servicios técnicos del Ayuntamiento, alumbrado, control de tráfico, fuentes y jardines, abastecimientos, colectores, etc. Esta obra cumplió los objetivos previstos con su ejecución, mejorando la accesibilidad a València desde la V-21”, obviando que durante seis años, los diferentes Gobiernos del Estado español y de la ciudad de València no se han puesto de acuerdo, “pese a que entre 2011 y 2015 ambos gobiernos eran del mismo color político”, recuerda Mulet.
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de València que surge a partir de 2015 emite diferentes informes sobre el estado de la torre y sus zonas colindantes, haciendo una propuesta al Gobierno del Estado para que éste se encargue de la rehabilitación, con respuestas decepcionantes como la recibida por los senadores.
Mulet ha denunciado que “lo poco que se invierta en esta tierra sea tan cuestionable como esta cara e inservible torre y que estén ahora esquivando dotarla de la operatividad inicialmente prevista o investigar las posibles responsabilidades que puedan existir en este proyecto”.
Según el portavoz de Compromís en el Senado “de nuevo el Gobierno pasa de puntillas sobre esta patata caliente, algo lamentable pues indica el rigor y seriedad de esta democracia ante los fiascos de todo tipo y despilfarros que nos sumergieron en la crisis más dura que hemos vivido en los últimos años” y que parezca “que las administraciones no hayan aprendido nada, como si el dinero de los ciudadanos se pudiera gestionar a la ligera”.
La coalición ha anunciado que presentará enmiendas a los Presupuestos del Estado del próximo año para dotar de utilidad y reparar esta actuación.
