La Generalitat 'desescaña' cientos de hectáreas en el Turia para atajar la mayor plaga en el parque natural
La cañabrava es una de las especies que más rápido se expanden y supone un peligro como se ha comprobado con los últimos incendios de Riba-roja
La Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio está llevando a cabo actuaciones por valor de 4,7 millones de euros para la eliminación de los cañares y regenerar las riberas del río en el Parque Natural del Turia. Ya se han finalizado las intervenciones en el cauce fluvial a su paso por los términos municipales de Manises, Paterna, Riba-roja de Túria, Vilamarxant y Pedralba y están en fase de ejecución las de Pedralba, Bugarra, Gestalgar y Chulilla.
Tal y como ha explicado la consellera Salomé Pradas, “estamos llevando a cabo un ambicioso proyecto para eliminar la caña común del Parque Natural del Turia en el que, de momento, se ha actuado sobre una superficie de 52,84 hectáreas repartidas a lo largo de 23,61 kilómetros”. No obstante, está previsto que la superficie total alcance las 157,5.
En este sentido, la consellera ha recordado que la caña común o cañabrava (cuyo nombre científico es arundo donax) “es una de las especies exóticas invasoras más dañinas” que “aunque en el pasado tenía muchas utilidades tanto para la agricultura como para la construcción y otros oficios, ahora es una grave amenaza para nuestros ecosistemas y, por eso, se debe controlar su propagación”.
El proceso de eliminación de esta especie invasora, además, permitirá la recuperación de los ecosistemas de bosque de ribera valenciano, así como el uso público de las orillas de muchos tramos que, por culpa de los cañaverales, “hasta el momento eran completamente inaccesibles para las personas”, ha dicho Pradas.
La consellera también ha añadido que, con la eliminación de los cañares “reducimos considerablemente el riesgo de incendios forestales ya que esta especie es la que produce más biomasa por hectárea tras el bambú, lo cual también supone un riesgo en caso de crecidas de los ríos porque la abundancia de su materia vegetal bloquea el discurrir del agua y hacen más graves las inundaciones”.
Esta iniciativa se enmarca en la estrategia 'Desencanyar', que cuenta con una inversión de 16 millones de euros hasta el 2027 (entre recursos propios de la Generalitat y fondos europeos) para la recuperación de la riberas de los ríos de la Comunitat Valenciana.
Las actuaciones en las riberas consisten en la siega de las cañas y la retirada de los rizomas y, posteriormente, se cubre la superficie con lonas opacas para evitar que la luz del sol revitalice los rizomas, los cuales, pueden extenderse varios kilómetros.
“Cuando se retiren las coberturas opacas se procederá a la regeneración de los espacios mediante la plantación de especies autóctonas de las riberas valencianas”, ha concluido Salomé Pradas.
Reunión con el alcalde de Riba-roja y reconstrucción de la pasarela
Salomé Pradas ha dado cuenta de estas actuaciones al alcalde de Riba-roja, Robert Raga, con quien se ha reunido este martes. Durante el encuentro, la consellera y el primer edil de esta localidad del Camp del Túria han analizado las consecuencias ambientales de los tres últimos incendios registrados en los términos municipales de Vilamarxant y Riba-roja donde se destruyeron dos pasarelas de la ruta fluvial.
En este sentido, la consellera ha explicado que se ha llegado a un acuerdo entre la Confederación Hidrográfica del Júcar y la Dirección General del Medio Natural y Animal para la reconstrucción de las mismas. La Confederación asumirá los costes de la retirada de los restos que han quedado dentro del cauce del río y reparará los desperfectos provocados por el incendio en las riberas y la Conselleria se encargará de la construcción de dos puentes para el acceso de persones, ciclistas y vehículos de emergència.
De este modo, se priorizará el paso ubicado cerca de Masía de Traver, ya que además de dar continuidad a la Ruta Fluvial del Turia, esa vía da acceso a las urbanizaciones de Riba-roja de Túria y San Antonio de Benagéber situadas en la orilla izquierda, donde viven varios miles de personas.