La Diputació presenta una biografía del arquitecto Rafael Guastavino
El acto tendrá lugar el próximo 6 de octubre a las 19 horas en la Sala Alfons el Magnànim de La Beneficència
La presentación contará con el diputado de Cultura, Xavier Rius, el autor Francisco Agramunt, y el periodista de RNE, Manuel Scara Valero
La figura de Rafael Guastavino ha sufrido a lo largo del tiempo un injustificado silencio, tal vez por el desconocimiento generalizado de la mayoría de sus conciudadanos. Nacido en València en 1842, Guastavino desarrolló la mayor parte de su obra en los Estados Unidos, donde pudo llevar a cabo diseños muy originales en grandes ciudades como Nueva York o Boston. En estas ciudades cuenta todavía con intervenciones arquitectónicas muy prestigiadas y reconocidas. Los seguidores de Guastavino se cuentan por miles en los Estados Unidos, donde se ha constituido una pléyade de fans llamados guastafarians.
Por contra, en la tierra de origen del arquitecto, el desconocimiento y el silencio sobre su figura ha sido hasta hace poco, injustificado. Afortunadamente, conforme se amplían los estudios sobre Guastavino y sobre el logro de su producción, se va reconociendo a un prolífico creador, con un sentido comercial notable, ya que Guastavino supo ajustarse a las necesidades constructivas del mercado americano como pocos.
Para resituar la figura de Guastavino, la Diputación de València presentará este jueves 6 de octubre un nuevo libro de la colección Bocins que edita el área de Cultura de la corporación. La colección Bocins pretende difundir y divulgar la obra de personajes relevantes para nuestra historia, como es el caso de este singular arquitecto.
Guastavino pasó gran parte del siglo XX y principios del XXI como un creador extraño y poco conocido, hasta que pioneros de la historia del arte como Francisco Agramunt, iniciaron las primeras investigaciones sobre este personaje.
Muy probablemente el carácter conservador de los herederos de Guastavino también contribuyó a opacar la divulgación de una figura que les resultaba bastante incómoda por su poca ejemplaridad en asuntos amorosos y sociales. También dificultó mucho la popularización de Guastavino sus dificultades para moverse con comodidad en sus acuerdos comerciales con la lengua inglesa.
Aun así, las obras de Guastavino han perdurado en el tiempo y hoy son reconocidas como una excelente conjunción de la sabiduría constructiva popular de influencia mediterránea, perfectamente adaptadas a un mercado tan exigente como el norteamericano.
Guastavino se ha convertido en un personaje muy valioso para la iconografía arquitectónica americana y valenciana, sobre todo por la utilización de sus espacios como escenografía del cine. Los intocables de Elliot Ness (1987) tal vez sea la película que más ha contribuido a la difusión de los espacios de Guastavino.
Ahora, con el nuevo estudio de Francisco Agramunt sobre Guastavino, editado en Bocins, tenemos una gran oportunidad para profundizar en la vida y obra de este singular personaje.
