La desesperación de un negocio familiar destruido por la DANA en Algemesí: “A día 21 no hemos recibido ninguna ayuda ni ha venido el perito”
Este es el testimonio de dos hermanas de Algemesí a las que la inundación del 29 de octubre les arrebató su proyecto por el que llevaban luchando 25 años
“Volver a empezar”, esa es la frase que repiten cada día dos hermanas de Algemesí a las que la dana les arrebató su negocio familiar por el que llevan luchando 25 años. La riada arrasó con el 100% de la copistería, donde solo quedaron papeles mojados y máquinas inservibles.
Ellas son Laura y María José, que tras una vida dedicadas a la papelería, se encuentran en el mismo punto que hace 25 años, con un local vacío y ganas de sacar su proyecto adelante.
La inundación del 29 de octubre no ha dejado nada servible en el negocio, y aunque las hermanas de 50 y 55 años confiesan que “a veces hemos tenido momentos de bajón y nos hemos planteado no volver a abrir”, las “ganas de remontar” han ganado.
Actualmente se encuentran “bloqueadas”, ya que tras limpiar y deshacerse de todo el material mojado, las vecinas de Algemesí no pueden avanzar porque todavía el perito no ha acudido a evaluar los daños de la maquinaria, y por lo tanto, no han podido tirarla.
En este sentido, las hermanas denuncian “la lentitud del consorcio” y piden encarecidamente que “se aceleren las ayudas”, puesto que “a día 21 desde la dana no hemos recibido ninguna ayuda ni ha venido el perito”. Ante esta situación en la que no pueden avanzar, Laura y María José se limitan cada día a ventilar la papelería, pero sin poder dar un paso adelante en la recuperación de su trabajo.
Tras tres semanas desde que la dana les cambió la vida para siempre, hoy por fin han podido solicitar la ayuda para autónomos, a la que se le sumará la prestación para las empresas y el perito de las financieras. No obstante, hasta que no reciban las prestaciones que les corresponden, no podrán ayudar “a muchos vecinos que vienen y necesitan nuestro servicio para los papeles de las ayudas”.
Por suerte, en este como en tantos casos, la solidaridad se ha abierto paso una vez más, y aunque las ayudas de las instituciones no han llegado, vecinos e incluso gente que no conocen, durante estos días les han enviado donativos para ayudarles a volver a empezar de cero.