“Cumplí mi sueño de abrir mi propia clínica y a los 8 días la dana me la arrebató”: el testimonio de una vecina de Alfafar
La joven podóloga perdió la clínica para la que llevaba ahorrando toda la vida y que solo pudo disfrutar dos días
Miles de negocios fueron arrasados el pasado 29 de octubre a causa de la dana, algunos de ellos eran empresas familiares con años de trayectoria y otros apenas habían abierto 8 días antes de la catástrofe. Este es el caso de Empar, una joven de 28 años de Alfafar que tras trabajar cinco años en Bilbao, por fin había conseguido cumplir su sueño, abrir su propia clínica de podología en su localidad natal.
La joven llevaba desde 2019 trabajando en el País Vasco, y tras muchos años ahorrando, así como varios meses dedicando todo su tiempo a la reforma y los trámites, consiguió cumplir su gran meta el 21 de octubre.
Aunque la riada se llevó por delante en cuestión de minutos el esfuerzo de muchos años, “tengo que dar gracias porque cambié de planes a última hora y no abrí ese día, si hubiera abierto, estaría muerta ahora mismo, porque a la hora que pasó yo hubiera estado trabajando ahí ese martes, estoy viva de milagro”, asegura la podóloga.
La vecina de Alfafar había decidido abrir esa semana el miércoles y jueves, en vez de lunes y martes, ya que igual que muchos valencianos había cambiado sus planes para poder quedarse con su familia durante el puente de Todos los Santos, puesto que el resto de días tenía que trabajar en la clínica de Bilbao, cuyo contrato tenía hasta noviembre.
Una decisión de última hora que le salvó la vida, ya que que el agua alcanzó los 1,80 metros en su clínica. “Solo he podido disfrutar de la clínica dos días. Tras mucho esfuerzo económico, tiempo y mucha ilusión, así como haber invertido todos mis ahorros y muchos meses de papeleo, cuando por fin pude empezar, en una semana la dana se lo llevó por delante”, lamenta Empar.
Aunque la joven pudo salvarse de la inundación, la desesperación de no poder localizar a sus familiares, provocó que ese mismo día la vecina de Alfafar no dudara en recorrer más de 600 km en su coche para reencontrarse con su familia.
Cuando llegó a la localidad no podía creerse que el trabajo de tantos años ahora estaba “completamente destrozado”, “cumplí mi sueño de abrir mi propia clínica y a los 8 días la dana me la arrebató”, indica la podóloga.
Tras cumplirse casi un mes de la catástrofe, Empar ya solo piensa en poder reabrir su negocio, aunque “me toque volver a empezar desde cero”. Igual que muchos afectados, ella todavía está esperando la visita del arquitecto para que valore si es habitable, ya que el camino no está siendo fácil al estar decretado actualmente el riesgo de derrumbe.
Asimismo, la furia del agua arrasó con las ventanas y el suelo del local recién reformado, así como con toda la maquinaria que acababa de comprar. “Estamos esperando a que el arquitecto nos dé el visto bueno para empezar de nuevo con todo, es desesperante”, afirma la vecina de Alfafar.
Aunque la joven se considera “afortunada, porque solo han sido daños materiales”, tras medio año de trabajo y de lucha para conseguir todas las licencias pertinentes, su situación actual es la de “un negocio destrozado, pagando un alquiler de un local que no uso y el préstamo para la maquinaria que actualmente está destrozada”.
A pesar de los contratiempos, Empar ya está contando los días para poder reabrir las puertas de su clínica de podología y así vivir su merecido sueño, que por culpa de la dana solo pudo disfrutar dos días.