El Chef Bosquet reparte comida sin gluten en la zona cero del temporal: "Hay sitios donde aún no habían comido caliente desde la DANA"
Junto a su equipo de Naked & Sated Valencia, su restaurante, están llevando raciones calientes a más de cien personas celiacas que no habían podido comer bien desde el martes
El pasado martes 29 de octubre es una fecha oscura para una parte del territorio valenciano. La DANA arrasó con varios municipios de la provincia de Valencia quedando destrozados, inundados, cubiertos de lodo e incomunicados. Muchas personas se han volcado con los damnificados y han hecho una gran cantidad de donaciones de ropa, comida, agua y productos de limpieza durante este tiempo.
En medio de esta situación, hay un sector de la población minoritario que, a pesar de la gran cantidad de recursos, no podían comer adecuadamente, ya que los productos que les llegaban no eran aptos para ellos, los celiacos.
A raíz de esta situación, y entre muchas acciones solidarias dedicadas a los municipios afectados, surge la iniciativa del Chef Bosquet y su restaurante Naked & Sated, que desde el sábado 1 de noviembre ha repartido una gran cantidad de raciones de comida caliente sin gluten a más de cien personas: "En Benetúser, por ejemplo, nos decías por favor traer comida aquí porque hay un niño que, ahora mismo, lo único que tiene sin gluten es un fuet"
Durante varios días, Roberto Bosquet, un bombero de profesión y un apasionado de la cocina, nacido en Vila-real y popularmente conocido como Chef Bosquet, ha acudido con su propio coche a repartir este tipo de comida sin gluten y sin lactosa a las personas que la necesitaban: "A través de Instagram, hicimos sondeos y preguntamos a personas de contacto para quedar con ellos y que me dijeran donde tenía que ir".
Bosquet es un Chef que, además de haber escrito varios libros y de crear contenido en redes sociales y compartir recetas fáciles y saludables, tiene un restaurante de este tipo de comida sin gluten. Naked & Sated está en Valencia, Madrid, Bilbao y Málaga; en el restaurante de Bilbao se está realizando una recogida de botas de agua y en el de Valencia, el más cercano a la tragedia, el equipo quería aportar su granito de arena y se han volcado desde el principio en la iniciativa: "Ellos querían ayudar, pero no sabían cómo y yo vi esa necesidad. El primer día fui al restaurante, les pedí al equipo que nos prepararan la comida para llevar y ellos estaban súper predispuestos".
Desde elperiodic.com hemos querido conocer su historia de primera mano y mostraros parte del corazón solidario de las personas que se han volcado con los damnificados por la DANA desde la experiencia de Roberto Bosquet, que ha dejado a un lado su figura más mediática para ponerse al servicio de quienes más le necesitan y ha aprovechado su popularidad en redes sociales como altavoz para poder llegar y ayudar a más personas.
¿A qué zonas afectadas fuisteis exactamente?
Pues he estado en Alfafar, en Benetússer, en Massanassa, en Catarroja, en Algemesí y en Aldaia. He estado toda la semana yendo, por primera vez fui el sábado y ya desde el lunes hasta hoy.
Cada día he ido a un pueblo diferente y ha habido días que he podido ir a varios. Sobre las 11:30 o 12:00 horas salgo del restaurante para llevarles la comida. A cada sitio me costaba un tiempo en llegar dependiendo del tráfico, muchos de estos sitios están a tan solo 10 km del restaurante y en condiciones normales llego en unos 10 minutos, pero ahora con todo ha habido días que he tardado una hora o incluso dos en llegar.
¿Cómo surgió la idea?
Todo vino porque, aunque sabemos que hay mucha gente ayudando y haciendo comida, nos dimos cuenta de que hay gente celiaca que solo puede comer comida 100% libre de gluten y que no podía comer lo que les traían a los demás y llevaban días sin comer un plato caliente.
Entonces lo que hicimos fue buscar a personas celiacas que no tuviesen acceso a comida, para ello nos pusimos en contacto con Acecova, que es la asociación de Celiacos de la Comunidad Valenciana, y a través de Instagram donde pedíamos que esa gente que no podía comer nos lo dijera y haríamos lo posible por hacerles llegar comida sin gluten. Así, empezamos a ir reuniendo núcleos de gente que tuviera este problema y hemos ido llevando raciones durante esta semana a distintos municipios y ahora que ya tenemos una cartera de gente necesitada, vamos haciéndoles envíos según el día a cada zona.
¿Y la idea salió de ti o de tu equipo del restaurante?
Ellos, los miembros del equipo, querían ayudar, pero no sabían cómo y yo vi esa necesidad. El primer día fui al restaurante, les pedí al equipo que nos prepararan la comida para llevar y ellos estaban súper predispuestos. Desde el principio querían hacer algo, pero no sabían cómo, porque nosotros cocinamos en el restaurante, pero esta esta gente vive muy lejos. Así, lo que se me ocurrió es organizar que hiciesen comida el domingo e ir yo mismo con el coche a llevarlo.
Además, no teníamos tuppers ni nada, así que pedimos a la gente que nos los enviara al restaurante y pudimos meter la comida y enviarla. Igual que también nos han ayudado enviando productos sin gluten para poder cocinarlos y repartirlos. El primer día fue una aventura, el segundo también y luego ya, a partir del tercero o cuarto, nos íbamos organizando un poquito más. Pero esto fue dicho y hecho, porque al final, si me hubiera querido esperar a que estuviera todo bien organizado, habríamos perdido muchos días y valía la pena coger, lanzarse y ya, desde el minuto uno, intentar ayudar.
¿Cómo realizáis estas entregas?
Durante toda la semana he estado yendo yo personalmente con mi coche para dárselo en mano. Ahora, dentro de los municipios hay mucha maquinaria trabajando y circular es muy complicado porque hay muchas calles a las que no se puede acceder, entonces lo que he hecho es coordinarme con una organización que lleva un amigo mío en la que van con bicicletas y les resulta más fácil acceder.
Y ahora las entregas las hacemos así, con su ayuda, ellos vienen con dos bicicletas, cargan todos los pedidos y se los llevan directamente al contacto que le hemos facilitado.
¿Y durante cuánto tiempo tenéis pensado seguir con esta iniciativa?
Pues estamos a la expectativa de cómo vaya evolucionando la situación, porque creemos que a lo largo de la semana que viene va a mejorar bastante la costa y por lo menos la gente va a poder ir cocinando en casa. Cada día la situación va avanzando bastante y cada día las necesidades van cambiando o siendo menores. Por lo tanto, en función de eso y como vaya evolucionando, iremos viendo las necesidades que hay. Vamos haciendo sobre la marcha.
¿Quién te acompaño hasta los municipios para hacer las entregas?
Pues el primer día fui yo solo, el segundo día vino mi mujer Laura, luego el segundo y tercer día vino conmigo también Ingrid Betancor, que es la mujer de uno de mis socios del restaurante.
Además, el segundo día también tuvimos ayuda de los ciclistas y una parte la llevamos nosotros en el coche y otra parte la llevaron los ciclistas. Y ahora, a partir de hoy, ya van los ciclistas directamente, nosotros nos encargamos de preparar el pedido en el restaurante, coordinamos los puntos de recogida y ellos los recogen y lo llevan al punto exacto que lo necesitan.
¿Has notado mucho la diferencia de demandas desde el primer día hasta ahora?
Con el paso de los días la demanda va aumentando y se va focalizando más. Ahora ya, más o menos, está estabilizado porque ya tenemos controladas unas cuantas localidades y ya con eso es con lo que nos vamos a quedar.
¿A cuánta gente habéis podido llegar y repartir vuestra comida?
Ahora, tenemos unas 60-70 personas al día, pero en cada entrega les llevamos comida para varios días, es decir, el lunes llevamos comida para varios días a algunas personas, a otras el martes, etc. O sea, habrá alrededor de unas 100 o 150 personas a las que les repartimos comida caliente. Ayer, por ejemplo, fui a Algemesí, como está más lejos no pueden ir en bicicleta, entonces les llevé raciones para media semana prácticamente.
¿Te han hecho alguna petición especial de algo que necesiten?
No, pero hay sitios donde aún no habían comido caliente desde la DANA hasta que llegamos, allí nos decían que era el primer día que comían comida caliente desde el día del desastre. O sea, que ha estado una semana sin poder comer bien, porque según nos decían, les llegaba un montón de comida, pero no podían comer nada de eso.
En Benetúser, por ejemplo, nos decían: por favor traer comida aquí porque hay un niño que, ahora mismo, lo único que tiene sin gluten es un fuet; no podía comer nada más. Es que estas zonas son totalmente inaccesibles, ellos no se pueden desplazar porque no tienen vehículo, tampoco hay transporte público y los comercios están cerrados, o sea, tienen lo que les llega, nada más.
¿Cómo os recibió la gente?
La gente está súper agradecida y se sorprenden de que hagamos tanto solo por llevarles la comida, porque nos cuesta mucho llegar y ellos lo saben. Además lo saben porque yo les aviso cuando salgo para allá y llego al cabo de un par de horas, porque claro, es que está impracticable.
Son zonas a las que es muy difícil acceder, hay muchos problemas y tienes que casi negociar con el Guardia Civil que está fuera pese a saber dónde vas, porque ellos tienen que limitar un poco el acceso porque hay mucha maquinaria trabajando y puede haber accidentes. Con todo, no te puedes imaginar lo agradecida que está la gente, incluso hay gente que se pone a llorar y todo porque es una situación bastante complicada y que consigamos llegar hasta allí y poder ofrecerles comida caliente para ellos es mucho.
Una vez allí, ¿qué es lo que has visto que más necesitan?
Va variando, por una parte, aparte de la comida, los primeros días necesitaban ropa y ahora de ropa están desbordados y necesitan, por ejemplo, material para limpieza de casas, porque ya en todo vacío y tienen maquinaria para llevarse todos los escombros que está sacando a la calle, pero necesitan ayuda dentro de casa. Ahora necesitan eso, detergente, herramientas para limpiar y máquinas de agua a presión, es que sin eso no pueden limpiar sus casas, es imposible porque las casas están marrones por dentro y eso si no es con agua a presión y detergente no se puede quitar.
¿Y qué es lo que más repetía la gente?
Gracias. Todo el mundo da las gracias. Están agradecidos de ver tanta ayuda cuando lo han perdido todo, es lo que más ilusión les hace. Ven como la gente estamos dejando de hacer nuestros trabajos por ayudarles.
¿En qué situación se encontraban las zonas cuando has ido en cuanto a voluntarios y efectivos del gobierno?
El sábado había una marea de voluntarios. Sí que es cierto que, aunque está muy bien que haya muchos, había momentos de colapso. Está muy bien la ayuda, pero hay momentos y sitios en los que no hace falta tanta.
Luego, ya en los sitios que empezó a haber maquinaria, había mucha, o sea, por donde he estado hay muchos bomberos y camiones de bomberos de varios sitios, policía organizando, el Ejército también está por todos los sitios y mucha maquinaria pesada transportando y quitando coches. Es cierto que yo no he llegado a todas las zonas, obviamente, pero donde he estado sí que hay mucha ayuda.
Por ejemplo, el martes cuando fui a Massanassa, el mejor sitio estaba lleno de lodo, era impracticable totalmente. Yo iba con un carro de ruedas muy grandes y directamente yo iba arrastrando el carro como si fuera un saco porque no giraban las ruedas. Allí sí que hace falta mucha ayuda, pero es que la ayuda que se necesita es de maquinaria pesada, porque una máquina hace lo mismo que 300 personas en una hora. En Algemesí que está más apartado, también hay máquinas, pero no tantas, igual que en Utiel, también me han dicho que falta maquinaria.
¿Cómo valoras la situación en general?
Lo que he visto mal es que hasta el sábado no empezaron a ir los primeros profesionales, eso no puede ser. Yo soy bombero, pero estoy de excedencia y mis compañeros bomberos desde el martes por la noche estaban listos para ir. Militares que conozco, también estaban listos en la base para que les dieran la orden y desde el martes por la noche ir a actuar. Entonces podíamos haber estado ayudando a la gente desde el martes por la noche, pero hasta el sábado no se da la orden de que puedan ir. Así se han perdido 3 días valiosísimos de ir haciendo trabajo pesado que se podía haber adelantado y en cambio han ido los civiles a ayudar, cuando realmente el que tiene que ayudar es el Gobierno.
Además, estamos haciendo un montón de donaciones los civiles, está todo el país volcado cuando realmente las ayudad del Gobierno tendrían que estar trabajando desde ya. Está muy bien y es muy romántico eso del pueblo salva al pueblo, pero no tendría que ser así, al pueblo lo tiene que salvar el Gobierno, que para eso está. Estamos haciendo lo que tendrían que hacer otros.
¿Y cómo ha sido el poder estar allí de primera mano?
Pues a ver, es duro, los ves que lo han perdido todo. Luego, lo que también he visto es la ayuda y solidaridad, al final los más afectados han sido los de las primeras plantas, pero en cada casa se ve a la persona que vive ahí y a todos los amigos o familiares ayudando. Además de la ayuda, también se ve mucha pena, la gente pues está destrozada y es bastante duro verlo. Lo que se ve por la tele o las redes sociales no tiene nada que ver con lo que se ve y se vive cuando estás allí, yo tengo mal cuerpo y voy a tenerlo durante varias semanas porque no es lo mismo verlo en imágenes que vivirlo, es imposible verlo tal y como es a través de una pantalla.
Para concluir, me gustaría añadir algo, decirle a la gente que sea consciente porque ahora se va a dar una situación bastante peligrosa. Esto es, porque mañana va a venir toda la gente que no ha podido ayudar, que han visto que la gente está ayudando y quieren colaborar este fin de semana, entonces va a haber una gran masificación de gente con ganas de ayudar.
Entonces, estas personas han de cerciorarse bien de dónde van a ayudar y a quién, porque hace falta ayuda, pero muy localizada. Han de saber que esto no va de ir con tu coche al pueblo que te parezca, sino que tiene que ser algo organizado, porque también hay mucha maquinaria y puede ser peligroso. Por ello es mejor informarse y buscar dónde está la necesidad real e ir directamente, o incluso acudir a una casa particular y ayudar a personas concretas.