¿Se puede aprender jugando con los videojuegos? Las consolas llegan a las aulas
Historia, inglés, aprendizaje lógico… Todo lo que se puede aprender de algunos videojuegos
Es habitual encajonar los videojuegos como una opción de ocio, muy alejados de las necesidades de la enseñanza o incluso como algo antagónico.
Sin embargo, cada vez más profesores los utilizan como un método complementario para afianzar conocimientos y llamar la atención y el interés de sus alumnos en algunas materias.
La gran oferta de títulos que sale cada año al mercado permite elegir los más adecuados para cada edad y cada asignatura, sumando así los videojuegos como una herramienta más para aprender jugando.
Por una parte encontramos los videojuegos creados específicamente para la educación, como Brain Training (de cálculo mental), Math vs. Zombies (de matemáticas) o Fun English (para aprender idiomas).
Pero no solo pueden ser útiles estos, sino que los juegos nacidos como una simple opción lúdica también pueden ser interesantes si se usan correctamente.
Por ejemplo, juegos como Civilization, Caesar, Assassins Creed o Age of Mithology pueden ayudar a la inmersión en los sucesos históricos de las diferentes etapas de la humanidad y a que los alumnos asocien ideas y asienten mejor los conocimientos.
En este sentido, varios centros valencianos ya prueban en sus aulas una experiencia piloto con Archaeologist, donde los alumnos pueden aprender en laboratorios virtuales de Arqueofauna, de Antropología Física, de Cerámica y de Numismática.
Una experiencia que se puede repetir en muchos otros ámbitos, desde la química a la mecánica o la literatura. Por ejemplo, el juego Spore puede ayudar a comprender mejor cómo es la evolución de las especies.
Otros, en cambio, ayudan directamente a potenciar la creatividad, como el famoso sandbox Minecraft, don el que los alumnos pueden recrear cualquier edificio o mundo que deseen (de manera individual y colectivo) y que, dirigido bien por el profesor, puede ser una buena herramienta para hacer actividades.
Otros juegos simplemente plantean retos y misiones que pueden ayudar a potenciar su motivación o a resolver problemas de lógica, como es el caso de la famosa saga de los Monkey Island.
También existen juegos colaborativos de todo tipo que puede ayudar a trabajar en equipo en los alumnos para resolver los problemas, como Portal 2.
Otros, simplemente, te ayudan a parar para disfrutar de la belleza del mundo (como Journey) o a aprender en valores, como es el caso de la aventura gráfica Life is Strange.
Todo un mundo de materias, formas de interactuar y mecánicas de juego que, si siguen la batuta de un buen profesor se pueden convertir en una buena partitura para el aprendizaje de los alumnos.