elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià

La única cara 'amable' de la sequía: los recuerdos de un antiguo pueblo de Castellón resurgen de sus cenizas hundidas bajo las aguas

Fotografía: Alicia Nebot
Fotografía: Alicia Nebot
  • El pueblo engullido por el progreso y que vale la pena no olvidar

El embalse de Arenoso, ubicado en la provincia de Castellón, y entre las localidades de Puebla de Arenoso y Montanejos, ha revelado un secreto que llevaba décadas oculto bajo sus aguas. Tras un prolongado periodo de sequía, el nivel del embalse ha descendido drásticamente, dejando al descubierto los vestigios de un pasado olvidado: el pueblo de Campos de Arenoso.


Un pueblo engullido por el "progreso", según el NO-DO

Campos de Arenoso era un pequeño núcleo rural que, al igual que muchos otros, sucumbió ante el avance de la modernización y el desarrollo industrial. A mediados del siglo XX, la necesidad de garantizar el suministro de agua a la zona, y especialmente para las fértiles tierras de la Plana, llevó a la construcción del embalse, un proyecto que condenó a Campos de Arenoso a desaparecer bajo las aguas. Así se hacía eco de esta infraestructura el NO-DO, el Noticiario Cinematográfico Español.

Sus habitantes fueron reubicados en localidades cercanas, llevando consigo los recuerdos y la nostalgia de su hogar ancestral. Con el paso de los años, el pueblo se convirtió en una leyenda, un lugar que solo existía en la memoria de los más ancianos.


Este documental, recuerda los últimos momentos de esta población y como algunos de sus vecinos lamentaban tener que marcharse a otros pueblos vecinos, como Puebla de Arenoso, Montanejos o Cirat, para seguir con sus nuevas vidas.

 

¿Cómo era Campos de Arenoso?

El antiguo pueblo de Campos de Arenoso, enclavado entre montañas y abrazado por el río Mijares, guarda una historia rica en tradiciones y cultura que quedó sumergida en las aguas del embalse de Arenós en 1977. Este municipio estuvo marcado por la influencia de tres regiones: Aragón, Castilla y Valencia, que moldearon el carácter de su gente y su folclore.



Con un paisaje dominado por el Morrón y la Peña Redonda, y una economía agrícola de subsistencia, Campos de Arenoso vivió durante siglos. Sus tierras pobres, mayormente dedicadas al secano, y la emigración de su población, especialmente hacia Cataluña, marcaron el declive del pueblo.

Sin embargo, el mayor golpe llegó con la construcción del embalse de Arenós, que anegó las casas y las calles de este rincón valenciano. 

A pesar de su desaparición física, la memoria de Campos de Arenoso sigue viva en el relato de su historia, desde su fundación por Jaime I hasta sus últimos días en el siglo XX.

La sequía como reveladora de secretos

La sequía excepcional que ha azotado la región en los últimos años ha provocado una bajada histórica del nivel del embalse de Arenoso, dejando al descubierto un paisaje lunar donde antes se encontraba un pueblo con vida. Ruinas de casas, masías, calles, el antiguo ayuntamiento y hasta el cementerio han emergido de las profundidades, ofreciendo un testimonio silencioso de un pasado que parecía perdido para siempre.

Y no es el único pantano que ha revelado secretos del pasado, también el embalse del Sitjar, unos kilómetros más abajo del río Mijares, tal y como adelantamos en elperiodic.com este pasado mes de mayo.

El Puente Colgante, un símbolo de Campos de Arenoso

El Puente Colgante de Campos de Arenoso es un símbolo emblemático de un pasado sumergido. Esta estructura de hierro y madera, construida en 1882, era mucho más que un simple puente; era un nexo vital que conectaba a la población con sus tierras y sus vecinos.



Un puente con historia

El puente colgante era una obra de ingeniería sencilla pero ingeniosa, característica de la época. Su diseño, similar a otros puentes de la zona como el de Toga, permitía cruzar el río Mijares de forma segura y eficiente. Las dos casetas techadas en sus extremos no solo ofrecían protección a los caminantes, sino que también soportaban los tirantes de acero que mantenían la estructura en su lugar.

El puente era un elemento fundamental en la vida cotidiana de los habitantes de Campos de Arenoso. Les permitía acceder a sus huertas o a sus masías. El crujir de la madera y el leve balanceo del puente al caminar eran sonidos familiares para quienes lo utilizaban a diario.

Gran interés por visitar Campos de Arenoso

La reaparición de Campos de Arenoso ha despertado un gran interés en la zona. Curiosos y especialmente vecinos o familiares que han residido en la localidad se han desplazado hasta el lugar para contemplar los restos de este pueblo fantasma, visitando los lugares donde vivieron sus antepasados y revivir viejas historias.






Un patrimonio histórico en peligro

Sin embargo, la alegría por el descubrimiento se ve empañada por la exposición a los elementos y el paso del tiempo, deteriorando las estructuras.

Sea como sea, lo que está claro es que este descubrimiento ha reavivado el interés por la historia de este antiguo pueblo de Castellón y nos ha recordado la importancia de preservar el patrimonio cultural.

Campos de Arenoso sigue muy vivo

La tecnología puede conectar a las personas a través del tiempo y el espacio. La creación de un grupo de Facebook dedicado a Campos de Arenoso, aunque haya desaparecido, es un testimonio de la fuerza de la memoria y del deseo de mantener viva la historia de este pueblo sumergido.


Este grupo de Facebook se convirtió en un refugio virtual para aquellos que alguna vez llamaron a Campos de Arenoso su hogar. En este espacio digital, los antiguos vecinos pudieron compartir fotografías, anécdotas y recuerdos de su vida en el pueblo. Cada imagen, cada comentario, era un pequeño fragmento de un pasado que, aunque sumergido bajo las aguas, seguía vivo en sus corazones.

Un puente entre generaciones

El grupo de Facebook también sirvió para conectar a diferentes generaciones. Los más jóvenes, que quizás solo habían oído hablar de Campos de Arenoso a través de sus abuelos, pudieron conocer de primera mano cómo era la vida en el pueblo. Las fotografías antiguas, los relatos y las conversaciones entre los miembros del grupo han creado un vínculo intergeneracional que fortalece los lazos familiares y comunitarios.

Subir