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"Si no podemos regar, ¿de qué vamos a comer?": La prohibición de riego en el Alto Palancia pone en jaque los cultivos de la comarca

"Si no podemos regar, ¿de qué vamos a comer?": La prohibición de riego en el Alto Palancia pone en jaque los cultivos de la comarca
  • Los agricultores podrían perder hasta 12 millones de euros

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La prohibición de riego en el Alto Palancia por la severa sequía pone en jaque los cultivos de la comarca, según han denunciado varias asociaciones de agricultores.

Desde la Unió Llauradora y la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) y La Unió han exigido a las distintas administraciones la puesta en marcha de medidas en materia hídrica a corto y largo plazo ante las nuevas restricciones de riego aplicadas en la comarca castellonense del Alto Palancia.

Y es que las comunidades de regantes de Soneja y Sot de Ferrer han recibido escritos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) en los cuales establece que “en tanto no circule el caudal ecológico correspondiente en la rambla Seca-embalse de Algar, establecido para dicho tramo en el PHJ 2022-2027, no se podrá derivar agua procedente del río Palancia”. Esta prohibición del riego a través de las acequias, cuyo incumplimiento supone una infracción administrativa, eleva la gravedad de la situación agraria tras las restricciones adoptadas en mayo en poblaciones río arriba como Bejís, Teresa, Viver o Jérica. Así, la CHJ prohíbe seguir regando mientras no se supere dicho caudal ecológico estipulado. 

El delegado de AVA-ASAJA de Soneja, José Ignacio Martínez, afirma que “es la primera vez que nos prohíben el riego por las acequias mientras vemos como discurre agua por el río. La agricultura y la alimentación deberían ser prioritarias en el uso del agua. Si no nos dejan regar, perderemos la cosecha de este año e incluso las mismas plantaciones”.

Por ello, AVA-ASAJA reclama a las administraciones con competencias en agua actuaciones de máxima urgencia como la posibilidad de riegos de auxilio y la puesta en marcha de pozos de emergencia con la finalidad de evitar la muerte de los árboles. Asimismo, la organización agraria pide la revisión de los caudales ecológicos porque los umbrales mínimos impuestos en la actualidad hacen inviable el riego en periodos de sequía extremos como el actual.

A largo plazo, la entidad presidida por Cristóbal Aguado reitera la necesidad de apostar por una nueva política hidrológica que contemple la mejora e incluso la construcción de infraestructuras para ampliar el almacenamiento y la distribución de agua, así como una apuesta por la reutilización de las aguas depuradas. De modo paralelo, AVA-ASAJA insta al Gobierno a aprobar o ampliar ayudas directas a los sectores agropecuarios para paliar las pérdidas económicas derivadas de la sequía.

El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, denuncia “la desesperación en la que se encuentran los agricultores por culpa de la falta de previsión política en un asunto tan fundamental como es el agua. Si no podemos regar los campos, ¿de qué vamos a comer? ¿Tenemos que abandonar las tierras, despoblar todo el interior y emigrar? ¿Cuál es la salida que nos da nuestro Gobierno? Así lo único que hay garantizado es la ruina agraria, el despoblamiento rural, los incendios y el desierto”.

12 millones en pérdidas

Desde La Unió, por su parte, hablan de unos ingresos para los agricultores de la zona estimados en alrededor de 12 millones de euros, cantidad que sería lo que dejarían de percibir en el caso de perder la cosecha.

En el total de estas seis localidades hay 3.204 hectáreas cultivadas, de las que unas 1.000 se encuentran en regadío, fundamentalmente con cítricos, hortalizas, olivos, almendros y frutales que ven amenazada su supervivencia en la próxima cosecha e incluso en las plantaciones si las restricciones se mantienen en el tiempo.

Además, en escrito de la Confederación remitido a las comunidades de regantes del Alto Palancia amenaza con infracciones administrativas ante el incumplimiento de las condiciones impuestas en las concesiones y autorizaciones administrativas. La Unió reclama un diálogo fluido entre la Confederación Hidrográfica del Júcar y los regantes afectados antes de cortar el suministro de riego. Para ello va a solicitar una reunión urgente con el comisario de Aguas de la Confederación, Marc García, para analizar la situación y plantear soluciones como por ejemplo establecer unos riegos de socorro o analizar los pozos de emergencia frente a la sequía que existen en la zona.

“No se puede cortar el riego de la noche a la mañana porque estamos en plena temporada de riego, justo además en un momento donde sufrimos la falta de lluvias y con elevadas temperaturas. El diálogo debe prevalecer por encima de todo”, señalan desde La Unió.

Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ, indica que “a punto de entrar en agosto no podemos dejar de regar nuestros cultivos cuando nos jugamos los ingresos de todo el año y por ello habría que restablecer lo más urgentemente posible el riego. Es importante establecer un sistema que garantice el caudal ecológico del río con la compatibilidad del riego para producir alimentos de proximidad para los consumidores y por tanto habrá que revisar las cantidades establecidas en los caudales ecológicos en casos de sequía prolongada como el actual”.

En este sentido Peris señala que “si no se restablece el riego y se pierden las cosechas habría que arbitrar una línea de ayudas directas para compensar a los agricultores afectados”.

 

 

 

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