Vecinos de Monóvar denuncian vertidos en un paraje natural

Malos olores, insalubridad, toallitas y un entorno natural echado a perder. Los vecinos que habitan en las cercanías del paraje de Charco Amargo denuncian que han vuelto los vertidos de aguas fecales e industriales a este paraje natural de Monóvar.

Manuela, una vecina de la zona, explica a elperiodic.com que estas aguas sucias provienen de la estación de bombeo con la que el municipio alicantino envía sus aguas residuales hacia la depuradora de Elda, gestionada por la Mancomunidad del Vinalopó.

Según explica, “cuando la estación de bombeo no da abasto, el exceso de aguas residuales acaba saliendo por el aliviadero”, un tubo que verte estas aguas directamente sobre el barranco de Charco Amargo.

Y es que Monóvar, pese a que cuenta con más de 12.000 almas en la ciudad, no dispone con depuradora, por lo que ha de enviar sus aguas a la planta de Elda. Además, como no cuenta con separativa de aguas, toda va directamente a la depuradora a través de la estación de bombeo, por lo que, en ocasiones, no puede asumir tantos metros cúbicos de caudal.

“En 2017 presentamos las primeras quejas”, explica Manuela, que recuerda que “los vecinos empezaron a sufrir una gran cantidad de mosquitos y mal olor, pero en un primer momento pensaban que era solo por el agua estancada, ya que la zona es un humedal sobre un manantial subterráneo".

Según se explicó desde la Confederación Hidrográfica del Júcar, la estación tenía permiso para evacuar las aguas residuales por el aliviadero, pero únicamente en días de tormenta, un requisito que los vecinos denuncian que no se está cumpliendo.

En 2020, según relata Manuela, los vecinos incluso llegaron a llevar el caso a la Fiscalía de Medio Ambiente, que archivó la causa. En cualquier caso, desde la Mancomunidad explicaron a los residentes de la zona que se habían dado instrucciones para que no volviese a suceder.

“Teníamos vertidos prácticamente cada dos meses, pero parece ser que la Confederación les dio algún toque, porque durante prácticamente un año no habíamos tenido más vertidos, hasta el pasado 5 de mayo, cuando volvieron”.

“Lo hicieron a medianoche, cuando oímos como los camiones cuba lanzaban el agua a presión para limpiar la estación. En ese momento llamamos a la Policía Local, para que tomasen nota de lo que estaba pasando y que quedase constancia de que estaba sucediendo en un día sin lluvias”.

Reclaman una mejora de la infraestructura

Los vecinos reclaman que se modernice la infraestructura para que la estación de bombeo no se vea obligada a lanzar ese agua sin depurar directamente sobre el barranco. “Desde la Mancomunidad se nos dijo que iban a destinar una partida 60.000 de euros al mantenimiento de la estación de bombeo pero no se han visto resultados”, lamentan.

“No entendemos cómo la Mancomunidad va a gastar 1’5 millones de euros en un puente para acceder desde la depuradora al polígono Lacy cuando hay necesidades más urgentes”, critican los vecinos, que reclaman que se tome en serio el medioambiente.

“Actualmente el estado del paraje es lamentable, con un grosor de un metro de toallitas acumuladas, en algunas zonas de un barranco que, además, hay que recordar que desemboca en el río Vinalopó”, recuerdan estos vecinos que han presentado de nuevo las pruebas ante el presidente de la CHJ, Miguel Polo, para denunciar el "mal uso del permiso de alivios" que hace la Mancomunidad.

En este sentido, recuerdan que el propio contrato indica que "el vertido en día seco podrá ser motivo de cese de la concesión", por lo que solicitan a las autoridades un "compromiso firme" para que acaben con la situación y que "anulen la concesión por su incumplimiento".