Un oficio en crisis: los panaderos están obligados a especializarse si no quieren cerrar
Cada año cierran más hornos tradicionales en la Comunitat Valenciana
El panadero es un profesional encargado de la elaboración del pan. Su jornada laboral empieza cuando muchos de nosotros todavía dormimos. Madrugan mucho para poder preparar, elaborar y cocinar el pan tradicional que a diario compramos en las panaderías tradicionales.
Sin embargo, este oficio está en declive desde hace años y cada vez se está acentuando más. Cada año cierran más hornos porque el negocio no es rentable.
“Cada vez hay menos gente que quiere dedicarse a este oficio por el horario”, señala Antonio Blanch, miembro de directiva del Gremi de Forners de Castelló. “Cuando un panadero se jubila, no se continúa con el negocio” que mayoritariamente ha ido pasando de generación en generación.
Blanch explica que este oficio es “cada vez menos atractivo porque tenemos que soportar más cargas impositivas”.
Esta situación conlleva a que cada vez haya menos panaderías tradiciones y más franquicias, donde el pan es prefabricado “aunque la gente se crea que venden pan tradicional”. En este sentido, Antonio Blanch explica que el pan tradicional “es más natural y saludable” mientras que el prefabricado “puede llevar hecho más de seis meses”.
El futuro pasa por la especialización
Ante esta situación, Antonio Blanch explica que el futuro de los hornos tradicionales pasa por la especialización. “Tenemos que apostar por productos que las grandes empresas no pueden fabricar”, indica.
Y es que considera que “hay que adaptarse a los nuevos productos, tendemos a ello. Sino estamos muertos porque no podemos vivir como nuestros padres de vender solo la barra de pan”.
“Debemos especializarnos” porque “solo aguantará si se hace pan de calidad, saludable e innova con productos adaptándonos también a la época del año en la que estamos”, ha asegurado Blanch.