Justicia e Interior adelanta al 1 de abril la contratación de las unidades de refuerzo del Servicio de Bomberos Forestales de la Generalitat
Se incorporan 16 unidades que se suman a las 40 terrestres y seis helitransportadas que trabajan todo el año
La Conselleria de Justicia e Interior adelanta al 1 de abril la contratación de las unidades de refuerzo del Servicio de Bomberos Forestales de la Generalitat para reforzar la capacidad de respuesta frente al incremento de incendios registrados en las últimas semanas y la coincidencia con la festividad de la Semana Santa y Pascua, unas fechas de mayor afluencia de visitantes a las zonas de montaña de la Comunitat Valenciana.
El Servicio de Bomberos Forestales de la Generalitat se ampliará con las 16 unidades que conforman el refuerzo. Este año se adelanta la contratación de estas unidades en quince días puesto que en 2023 se incorporaron el 15 de abril. Dada la preocupación por la situación actual en los montes, también se adelanta al 26 de marzo la presentación del dispositivo extraordinario contra incendios forestales de Semana Santa y Pascua, y que el año pasado se realizó el 5 de abril.
Por tanto, a partir del 1 de abril y por un periodo de seis meses, se incorporarán estas unidades que se suman a las 40 terrestres y seis helitransportadas que trabajan durante todo el año. Se distribuirán de la siguiente manera: once en Valencia (Pedralba, Gilet, Alzira, Zarra, Rótova, La Font de la Figuera, Villargordo del Cabriel, Los Isidros, Calles, Buñol y Enguera; tres en Castellón (Onda, Llucena y Altura); y dos en Alicante (Relleu y Guardamar del Segura).
La decisión del adelanto en la contratación de estas unidades viene a confirmar el compromiso que desde la Conselleria de Justicia e Interior se tiene con el Servicio de Bomberos Forestales y la empresa SGISE.
Las altas temperaturas registradas en los últimos meses, unido a la escasez de lluvia y la sequedad en los montes con gran carga de combustible si se declara un fuego, hace que se tengan que tomar medidas para hacer frente a cualquier tipo de emergencia que se pueda producir en los espacios naturales de la Comunitat Valenciana.
En este sentido, la consellera de Justicia e Interior, Elisa Núñez, ha explicado que las políticas desarrolladas en estos últimos ocho años “de no intervención ni gestión han convertido el bosque en un polvorín lleno de combustible para los incendios, una bomba de relojería en la que cualquier mínima chispa caída de una torre eléctrica, cualquier rayo de una tormenta seca, cualquier negligencia menor puede arrasar decenas de miles de hectáreas”.
A todos estos factores de riesgo se añaden también los antecedentes de grandes incendios forestales registrados en años precedentes fuera del periodo de máximo riesgo, como por ejemplo el de Villanueva de Viver, en el que se quemaron 5.000 hectáreas de gran valor ecológico, o el incendio de Montixelvo, que arrasó 2.500 hectáreas.
Elisa Núñez ha indicado al respecto que “el factor anticipación frente a los riesgos existentes es fundamental y, por tanto, hemos decidido adoptar todas estas medidas con el objetivo de reforzar un Servicio que entendemos primordial dada la situación actual”.