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ENTREVISTA

Josep Lacreu: “Las lenguas no nos tienen que separar sino unir”

Josep Lacreu: “Las lenguas no nos tienen que separar sino unir”
  • Entrevistamos al director de la Unidad de Recursos Lingüísticotécnicos de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) con motivo del especial 9 de Octubre que elperiodic.com ha preparado

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Josep Lacreu es el director de la Unidad de Recursos Lingüísticotécnicos de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL). Tras este cargo institucional se esconde un apasionado de la lengua valenciana, un pionero que creó el programa Salt hace ahora veinte años y un burjasotense con 35 años trabajando por y para la lengua valenciana.

elperiodic.com ha podido entrevistar a este economista que un día decidió dejar los números y meterse de lleno en el mundo de las letras. Esta ha sido siempre su pasión -llegando a dar clases de valenciano a sus entonces profesores de Economía- y así nos lo transmite en esta entrevista en la que hemos aprendido mucho sobre el pasado, el presente y el futuro del valenciano.

¿Cuál es la situación que vive actualmente el valenciano?

Las lenguas son complejas desde el punto de vista social. En el caso del valenciano hemos tenido un problema histórico porque ha estado relegada durante mucho tiempo al ámbito coloquial y sin ningún acceso a otros registros como la literatura o los medios de comunicación. Ahora nos encontramos, sin embargo, que se editan muchos más libros en valenciano que en toda la historia de la lengua. De hecho, en los últimos cuarenta años se han publicado más libros que en los últimos cinco siglos.

hora nos encontramos que en gran parte ya se han superado esas restricciones, y que se editan muchos más libros en valenciano que en toda la historia de la lengua. De hecho, en los últimos cuarenta años se han publicado más libros que en los últimos cinco siglos.

Usted lleva en la Acadèmia Valenciana de la Llengua desde sus orígenes. Explíquenos cuál es el papel de la institución.

El papel de la Academia Valenciana de la Lengua, según establece su propia Ley de Creación, es fijar la normativa lingüística del valenciano. Pero, más allá de este objetivo básico, l'Acadèmia se creó sobre todo para superar el conflicto lingüístico, haciendo que todos los valencianos se sintieron cómodos usando un valenciano correcto y genuino. La Academia, en gran parte, ya ha hecho su trabajo -al menos, la parte más importante-, y ahora es fundamental que desde las instituciones públicas ponen en práctica los acuerdos de esta institución. Se han revisado muchas palabras que habían sido injustamente relegadas y se los ha concedido el prestigio que los correspondía.

¿A qué se refiere con relegadas?

Quiero decir que muchas palabras habituales de los valencianos que hemos dicho siempre se han considerado erróneas sin que haya razones filológicas de peso para tratarlas como erróneas. Tenemos que cambiar nuestros esquemas de valoración y aprender a valorar como es debido nuestra riqueza léxica.

¿Qué ejemplos de palabras hay con esta situación?

Hay muchas, pero para decir alguna puedo comentar por ejemplo la palabra 'faena'. A menudo se ha considerado un castellanismo sin motivo; esta forma es realmente más antigua que ‘feina’, y de hecho es el castellano quién lo coge del valenciano. El mismo pasa con 'vacacions', que también es más antigua que 'vacances', pero que por el simple parecido con la forma castellana se ha considerado un castellanismo sin razón. Igual puede decirse de ‘servici’ y ‘servei’. Son unos pocos ejemplos que ponen de manifiesto como el prejuicio de los mismos valencianos respecto a las propias palabras ha hecho que a menudo pensamos que hablamos mal la propia lengua. Podemos cometer errores, claro que sí, como en cualquier lengua; pero no tenemos que tener una prevención sistemática respecto al que decimos. Esto no tiene sentido. Los valencianos que han aprendido la lengua por vía oral transmitida de generación en generación hablan un valenciano que hace tilín sentirlo. Tenemos que sentirnos orgullosos de todos ellos, que son los que han mantenido la vitalidad de la lengua.

¿Cómo actúa la AVL en estos casos?

La Acadèmia siempre ha aceptado la variación lingüística como un medio de integración social, procurando que todos los valencianos se sienten integrados, pero dando prioridad, eso sí, a las formas genuinas más generales del valenciano. Bien es verdad que lingüísticamente no tiene mucho sentido que un medio de comunicación, y menos una institución pública, uso palabras propias otras áreas del dominio lingüístico pensándose que son más adecuadas para los registros formales. Es un enorme prejuicio que se proyecta negativamente en la confianza que tienen que tener los hablantes para usar la lengua desacomplejadament. Al fin y al cabo, las palabras más adecuadas son aquellas que nos permiten cumplir el fin fundamental de la lengua, que es establecer una comunicación fluida y eficaz con nuestros interlocutores.

Y en la situación lingüística actual, ¿Qué papel juega la institución?

La Academia no puede alterar una realidad social compleja pero sí que puede ayudar a despolitizar la lengua, que es, al fin y al cabo, el objetivo con que se creó. La AVL nace para intentar superar el conflicto lingüístico y que todos los valencianos se encuentran cómodos hablando la propia lengua, y yo creo que ha cumplido correctamente este objetivo. Personas que antes tenían planteamientos muy distantes ahora no tienen ningún problema para trabajar codo en codo con total complicidad. La lengua de una institución, y del conjunto de la sociedad, no puede variar según el partido que gobierno en cada momento. Seria importando que la normalidad que se ha conseguido en el seno de la AVL se traslado al conjunto de la sociedad.

¿Es el 9 de Octubre un ejemplo claro de ese consenso?

El día de la Comunitat Valenciana es una fiesta que se creó para escenificar una unión entre todos los valencianos. Creo que es bueno reforzar esta idea de comunión entre todos los valencianos alrededor de proyectos compartidos y aparcar aquellas otras cuestiones que generan divergencias. Las lenguas no nos tienen que separar sino unir. Tenemos que ser capaces de saber apreciar el valor de nuestra lengua como parte de nuestro patrimonio común.

¿Cuál cree que debe ser el futuro del valenciano?

Sí, por supuesto. El Salto, por ejemplo, fue un proyecto pionero, puesto que no había ningún programa informático de traducción en España. Yo vi a comienzos de los años ochenta que había traductores de inglés a español, y pensé que podría resultarnos muy útil tener un recurso parecido para el valenciano. Entonces los desarrolladores informáticos estaban en los Estados Unidos. En España no había emprendidas que se dedicaron al desarrollo de software informático de traducción. Mirándolo con distancia, recuerdo, por ejemplo, una vez que me invitaron a hacer una conferencia sobre traducción automática en la Universitat Jaume I de Castelló que a algunos alumnos los extrañaba que el proyecto fuera valenciano en lugar de catalán. No se acababan de creer que los valencianos pudimos ser pioneros en este campo.

Y mirando en esa distancia que comenta, ¿Qué valoración hace?

Bien, hay dos planes de valoración. Un personal, en el cual me siente afortunado de haber vivido profesionalmente en un ámbito que ha sido mi pasión. El trabajo nos genera muchas oportunidades de creación que, si sabemos llevarlas a cabo adecuadamente, nos enriquecen personalmente.

Eso en el plano personal...

Sí, y haciendo una valoración social o política, también tengo la satisfacción de haber sido en contacto con gente de partidos y sensibilidades diferentes. Esto me ha reportado la posibilidad de contrastar las propias ideas con personas que inicialmente tenían ideas diferentes, y el contraste siempre enriquece. Pero, además, he podido constatar que a través del diálogo es posible superar muchas diferencias y encontrar espacios de confluencia. Creo que a veces las diferencias nos las creamos artificiosamente. El respeto y la comprensión es la base para superar muchas confrontaciones entre grupos sociales. Y particularmente en el tema de la lengua estoy seguro que es así.

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