Las imprudencias se pagan con la vida: usar el sentido común es clave para no ahogarse en verano
Este año ya son once las personas que han fallecido en las playas y piscinas valencianas, solo seis en apenas 48 horas
Trágico fin de semana en las playas y piscinas de la Comunitat Valenciana con seis personas que han perdido la vida en apenas 48 horas de diferencia.
Las playas de Gandia, Benissa, El Perellonet (Valencia), Alcossebre y Xilxes, y un sexto ahogado en una piscina de San Juan en Alicante han sido las poblaciones que se han teñido de luto.
No obstante, este verano ya son once los ahogados en las playas y piscinas de la Comunitat Valenciana, según el doctor Rafael Romero, del Servicio de Emergencias Sanitarias de la Comunitat Valenciana.
Una imprudencia, tener patologías previas o hacer caso omiso de las advertencias de los servicios de socorrismo pueden acabar en tragedia.
Desde Cruz Roja Valencia, el responsable provincial de playas, Mario Saiz, ha explicado que la mayoría de las personas ahogadas en el litoral se trata de gente de avanzada edad con patologías previas. “En muchos de los rescates, se trata de personas que han tenido problemas previos al ahogamiento, como un infarto dentro del agua y eso les lleva a ahogarse”, ha indicado.
Aunque la gran mayoría de las personas que pierden la vida en el agua son gente de avanzada edad, los servicios de salvamento y los sanitarios se enfrentan a rescate de niños y adolescentes, muchas veces por “negligencias de los adultos” que muchas veces pierden de vista a los niños. Y, en estos casos, un segundo puede ser crucial.
Saiz explica que Cruz Roja interviene en unos diez rescates al mes en las playas valencianas, pero todo eso depende de la afluencia de bañistas y de si son zonas más o menos concurridas. Habitualmente en las playas con más gente, existe servicio de salvamento que permite atender con mayor rapidez. No obstante, en playas menos concurridas o alejadas, es donde se ahoga más gente al no haber nadie que pueda dar la voz de alarma.
Por ello, desde Cruz Roja recomiendan no entrar al mar con bandera roja y que no llegue a la cintura si hay bandera amarilla porque las corrientes pueden arrastrar hacia adentro y es necesario activar los rescates.
“Cuando hay bandera amarilla, los socorristas se acercan a la orilla y advierten con el silbato para que los bañistas mantengan la seguridad en la playa”, explica Saiz.
Y aunque en el 99% de los casos, la gente es prudente y sale del agua, “la última responsabilidad la tienen ellos” aunque en algunos casos dan parte a la autoridad para que atiendan a las indicaciones de los socorridas.
Y es que, como explica Mario Saiz, muchas veces la gente no hace caso porque desconocen qué significan las banderas.
“La situación del ahogado es crítica”
Por su parte, Rafael Romero, subdirector de Formación del SESCV (Servicio de Emergencias Sanitarias de la Comunitat Valenciana), que también ha sido médico coordinador del CICU y médico del SAMU, ha asegurado que “las situación del ahogado es crítica” y muchas veces es “muy dramática” porque muchas veces el ahogado es una persona mayor y se la encuentra otra persona de edad avanzada que pasea por la orilla, lo que dificulta sacar el cuerpo del agua y la reanimación.
No obstante, “en niños es terrible” porque en la mayoría de las ocasiones se da por el despiste de los familiares.
“Yo mismo he tenido que asistir por teléfono una RCP -reanimación cardiopulmonar- de un niño por teléfono” y aunque “es difícil que sus padres se tranquilicen” mientras intentan salvar la vida del menor hasta la llegada de los servicios sanitarios, “al final lo logras o hay alguien cerca que se hace cargo de la situación”.
El tiempo es crucial
Hacerse cargo del ahogado con rapidez es crucial para salvarle la vida. Aunque en muchas ocasiones, no se sabe el tiempo que lleva esa persona bajo el agua.
También influye la temperatura del agua. El agua fría puede contribuir a los organismos de rescate ya que la temperatura de ésta permite conservar el estado del sistema nervioso central. Por ello, brinda más tiempo a la atención de primeros auxilios.
En el caso de niños, que tienen una capacidad cardíaca más fuerte, el doctor Rafael Romero explica que los servicios sanitarios pueden estar una hora intentando la reanimación. Aunque lo correcto es estar 30 minutos, “si es un niño, se prolonga más la RCP”, aunque también influye el agotamiento de los equipos. “En el caso de los menores, no tiramos la toalla. Siempre hay esperanza”.
Por ello, este médico del Servicio de Emergencias Sanitarias de la Comunitat Valenciana pide a los bañistas que usen el sentido común, que no se bañen solos y no lo hagan en horas intempestivas.