De Policías a héroes: los agentes que salvaron la vida de un bebé en Gandia se reencuentran con él

Son héroes sin capa pero con uniforme. La Policía Nacional está acostumbrada a enfrentarse a situaciones muy complejas y a trabajar bajo un estrés muy alto pero siempre hay actuaciones que le marcan a uno, como la que vivieron estos agentes de la Policía Nacional de Gandia que lograron salvarle la vida a un bebé de 19 meses que estaba inconsciente y convulsionando.

Tal y como les ha adelantado elperiodic.com, el lunes por la noche los agentes que se encontraban en la comisaría de Gandia vieron como una madre se acercaba corriendo con su hijo en brazos, inconsciente, convulsionando y morado al grito de “auxilio, no sé qué le pasa”. Automáticamente los agentes Sebastián Cruz, Ibán Herreras y José Luis Bañuls pusieron en marcha un dispositivo cuyo objetivo era claro: Llevar al pequeño Ander al hospital para que lograra sobrevivir.

El agente Cruz fue quien cogió al pequeño en brazos, comprobó su estado y movilizó a sus compañeros para subirse rápido en un furgón junto a la madre y llegar al hospital a tiempo: “Hay que tener templanza en estas situaciones. Obviamente se dispara la adrenalina y te pones un poco nervioso pero hay que respirar, pensar y actuar para que el menor tarde lo menos posible en ser atendido por los medios sanitarios”, nos confiesa en una entrevista con elperiodic.com.

Durante los eternos minutos que duró el traslado del pequeño desde la comisaría hasta el hospital Francesc de Borja de Gandia, el agente Ibán Herreras realizó una serie de maniobras: lo colocó boca abajo y le efectuó varios golpes en la espalda, además de comprobar que la vía aérea estaba libre. También realizó una presión mecánica sobre el esternón, momento en el que el bebé reaccionó y emitió un leve llanto.

Fueron momentos de mucho nerviosismo y de incertidumbre porque no se podía determinar la gravedad del pequeño hasta que comenzó a llorar. Una vez llegaron a Urgencias -y gracias a que el agente José Luis Bañuls había avisado al hospital para que estuvieran prevenidos- el equipo médico ya se encontraba en la puerta de urgencias y se hizo cargo de éste.

“Cuando llegamos nos quedamos todos descompuestos”, nos confiesa el agente Ibán Herreras. Y es que, de no ser por la rápida actuación, esta historia podría haber tenido otro final, ya que el tiempo fue crucial -según los propios sanitarios- para preservar la vida del menor. “Esto es gracias a tener un gran equipo en el que trabajamos todos juntos”.

Además, la formación específica también fue clave para saber actuar: “En la Policía tenemos formación sanitaria ya que la dirección se encarga de formarnos, hacemos cursos para saber actuar en estas situaciones y en mi caso, además, he trabajado antes como sanitario”, nos cuenta el agente Ibán Herreras.

El pequeño Ander quedó ingresado un par de días tras diagnosticarle viriasis aguda, un conjunto de infecciones respiratorias que fue lo que hicieron que se le cerraran las vías respiratorias y que le dispararon la fiebre hasta la convulsión.

“Son mis héroes”

Ander ya está en casa con sus padres y su hermana y este viernes, cinco días después de conocer a sus ángeles de la guarda, ha vuelto a reencontrarse con ellos: “Estoy super agradecida, son mis héroes. Fue un momento muy traumático, bajar de casa con el pequeño totalmente morado, inconsciente y convulsionando. Pero ellos supieron manejar la situación, recordaré toda la vida cómo Ibán logró reanimarle y le dijo, ‘¡Ya te tenemos tete!’”, nos cuenta emocionada Evelin, la madre del pequeño.