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Estos son los tres pueblos medievales más bonitos de la Comunitat Valenciana

Estos son los tres pueblos medievales más bonitos de la Comunitat Valenciana
  • Sus calles evocan épocas pasadas donde los visitantes pueden conocer la historia a través de sus fortificaciones y castillos

Con la llegada de las vacaciones son muchos los que optan por hacer grandes viajes internacionales para descubrir nuevos países, mientras que otros aprovechan esos días de descanso para recorrer los diferentes rincones de España.

National Geographic ha hecho un listado con los 40 municipios medievales más bonitos del país, entre ellos, tres son localidades de la Comunitat Valenciana por las que parece que no haya pasado el tiempo.

Sus calles evocan épocas pasadas donde los visitantes pueden conocer la historia a través de sus fortificaciones y castillos. Además, también pueden disfrutar de su gastronomía típica.

Guadalest

Situado en el norte de la provincia de Alicante, en el interior en la comarca de la Marina Baja, se localiza este pequeño pueblo de origen árabe, situado en una especie de fortaleza natural inexpugnable. Su núcleo antiguo está declarado Conjunto Histórico-Artístico.

Desde la plaza del Castillo, en lo más alto del bastión de origen musulmán, se contempla una panorámica del entorno. Dominado por su Castillo, mimetizado con la roca gris de la sierra alicantina, el pueblo seduce desde hace siglos a quien llega desde la cercana Costa Blanca. Su calle principal asciende hasta la fortaleza de Sant Josep (siglo XI), el fuerte erigido por los árabes para controlar el valle del río Guadalest. De aquella época se conservan la prisión, en los bajos del Ayuntamiento, y la torre de la Alcozaiba, en un cerro desde el que se domina el blanco campanario de la iglesia parroquial.

La visita debe completarse con alguno de sus museos curiosos de esta localidad, como el de Microminiaturas, el de Saleros y Pimenteros, el de Tortura o la Casa Orduña (siglo XVII), que expone mobiliario y objetos de arte de los antiguos marqueses de Guadalest.


Mascarell

Pequeño recinto fortificado, único en toda la Comunitat Valenciana, que pasó a ser un anexo de Nules a finales del siglo XIX. Este conjunto declarado como BIC, cuenta con un jardín creado recientemente que  contribuye a crear un espacio acogedor alrededor del recinto. En la actualidad siguen viviendo en Mascarell unas 200 personas.

Es una población con origen ligado a la expulsión de la población musulmana de la vecina población de Burriana. El primer documento que existe es de 1310. Jaime I expulsó a los moros de Burriana, y éstos se establecieron en el límite entre Nules y Burriana (Mascarell). Mascarell quedó casi despoblado tras la expulsión de los moriscos, y hasta bien entrado el siglo XVIII no se superó la crisis.

En su interior destaca su  casa consistorial de finales del siglo XVIII de proporciones reducidas pero equilibradas y dignas; y su iglesia parroquial de finales del siglo XVII, que cuenta con interesantes esgrafiados semejantes a los de la Sangre. La muralla está hecha de mortero, tierra y ladrillo, y al centro de cada lado tiene una torre. Mascarell tiene dos accesos, en los lados este y oeste, y su planta es casi cuadrangular.


Morella

A más de 1.000 metros de altitud, el castillo de Morella sigue siendo el rey del Maestrazgo castellonense. Su fotogenia es innegociable, como lo es, también, acercarse hasta esta localidad que sigue teniendo muy presente su pasado medieval.

Eso sí, su auténtica joya nada tienes que ver con las férreas defensas de la villa. Se trata de la Iglesia Arciprestal Santa María La Mayor, una maravilla gótica que ejemplifica el poderío de este emplazamiento durante siglos.

Luego aparecen otras sorpresas sacras como el Convento de San Francesc y su curioso cuadro de La Danza de la Muerte así como otros rincones con mucha solera como la muralla con sus portales, el acueducto gótico o la apuntada casa del Ayuntamiento. Y, por su puesto, al final espera el su portentoso castillo y sus poderosas estancias.


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