Cullera reconoce por primera vez a una mujer por su trayectoria agraria
Cullera ha entregado hoy sus reconocimientos al mundo agrario en la tercera edición de los galardones 'Llaurador d'honor', que otorga el consistorio en reconocimiento a aquellas personas que han destacado en este sector tradicional. Por primera vez en la corta historia de estos premios, una mujer ha sido merecedora de uno de los dos que se han concedido.
Se trata de Mª Pilar Pastor Baidal, una trabajadora del campo que ha dedicado toda su vida a labores que la sociedad del momento atribuía generalmente al rol masculino.
El otro homenajeado de este año ha sido el arrocero Vicent Sapiña, descendiente de una extensa familia de agricultores, pionero en la aplicación de nuevas técnicas de siembra.
El acto ha tenido lugar en el Bar-Restaurante 'El Prado', donde se han reunido diversos representantes del mundo agrario local y con la asistencia del alcalde, Jordi Mayor, y del concejal de Agricultura, Hugo Font.
Font se ha destacado el hecho de que el Llaurador d'Honor de este año reconozca la figura de la mujer en un mundo que en el imaginario colectivo se relaciona con los hombres.
«Las mujeres han tenido una importancia clave en el desarrollo agrario de nuestra ciudad pero han sido invisibilizadas por un modelo patriarcal que nosotros queremos contribuir a romper con reconocimientos simbólicos como este», ha expresado.
«El Llaurador d'Honor también tiene que ser la Llaurador d'Honor», ha remarcado el edil de Agricultura.
Por su parte, Mayor ha recordado a «todas esas mujeres que en el campo o los almacenes de naranjas han contribuido a sacar adelante la economía local y la familiar. Muchas veces cobrando menos que ellos, pero soportando la misma carga de trabajo. Por ello, el homenaje a Mª Pilar es un reconocimiento a todas ellas, las que siempre existieron pero nunca nadie les agradeció nada», ha defendido.
Mª Pilar Pastor nació en Cullera en 1943. Se puso a trabajar a los 23 años en los invernaderos llevando de noche el género a los mercados de pueblos de alrededor como Alzira, Gandia o València. De día se dedicaba a trabajar en las tierras con la mula, plantando o cualquier otro tipo de actividades propias del campo. Nunca tuvo ningún tipo de miedo a la dureza de esta profesión y señala que siempre desempeñó su trabajo con mucha «humildad y honradez» hasta su jubilación.
El otro gran homenajeado, Vicent Sapiña, nació en Cullera en 1930. Introdujo la siembra directa frente a la práctica antigua de plantar arroz. Ha pertenecido durante quince años al Sindicato Arrocero de Cullera, en el Departamento de Variedades, Semillas y en el control de las plagas.
Asimismo, Sapiña ha formado parte de la Cámara Agraria durante dieciocho años, poniendo especial énfasis en la construcción y modernización de los caminos rurales. Trabajó durante más de una década en el Sindicato de Aguas. Coincidiendo con la pantanada de Tous de 1982, forma parte del grupo de trabajo de la reconstrucción de caminos y acequias y fue uno de los promotores de la acequia el Cano.
