Las cámaras del centro de Castelló ya cazan a los infractores: ¿Cómo funcionan?

Ja el dia ha arribat. Tras un año de travesía, este lunes se ha puesto en marcha el sistema de cámaras para el control de acceso al centro histórico de la ciudad. Así, los vehículos que circulen sin autorización a partir de ahora por estas calles restringidas tendrán que afrontar una sanción de 80 euros, que podrá rebajarse a 40 euros por pronto pago.

Así, con su puesta en marcha definitiva se acaba el periodo informativo iniciado en septiembre del año pasado durante el cual se ha estado enviando a los infractores notas informativas sin sanción.

Y es que sistema dio sus primeros pasos a mediados de febrero del pasado 2021, tras mes y medio de campaña informativa, pero tras el inesperado aluvión de sanciones que se impuso, el consistorio decidió suspender el sistema transitoriamente, devolver las multas emitidas y ampliar la campaña informativa para que llegara a todos los vecinos.

Las miles de sanciones impuestas en dos meses podrían sorprender, puesto que el sistema de las cámaras comprende a las mismas calles, con los mismos requisitos y al mismo número de vecinos al que afectaba el sistema anterior, el de bolardos retráctiles.

El regidor del área, Jorge Ribes, explica que “muchos vecinos no lo sabían y accedían sin tener autorización”. Según argumenta, aunque se validaron los mismos permisos se usaban para acceder con el sistema de bolardos, muchas de las autorizaciones y matrículas no estaban actualizadas y “las 10.000 tarjetas que habían repartidas no se correspondían con la realidad de los residentes”.

“El sistema de los bolardos de facto no funcionaba”, asegura Ribes, que recuerda que “como norma general se estaba dejando pasar a cualquier persona que tocase al interfono que había en los accesos”, por lo que realmente no estaban cumpliendo su cometido de peatonalizar el centro.

Además, añade que habían hasta cinco bolardos que no funcionaban bien, por lo que estaban prácticamente inutilizados y “se estaban utilizando esas calles como vía de paso a otras partes de la ciudad”. “Se había asentado la costumbre de pasar con los vehículos sin problemas pese a la peatonalización”, remarca.

“Posiblemente subestimamos esta situación”, indica Ribes, por lo que, según ha explicado, el Ayuntamiento optó por paralizar el nuevo sistema, comenzar una campaña informativa y lanzar la web castelloconviu.castello.es, donde se pueden consultar dudas, las calles afectadas y pedir las autorizaciones puntuales.

De este modo, el motivo de dichos aplazamientos ha sido dejar un tiempo para que el conjunto de la ciudadanía, y especialmente los vecinos de la zona, estuvieran plenamente informados y pidiesen los permisos permanentes si es que no disponían de ellos.

Por otra parte, el sistema se pone ahora en marcha con unas sanciones más asequibles respecto a las que tuvo inicialmente, de 200 euros por acceso, que son las que estipula la Dirección General de Tráfico en su reglamento general.

Así, se han rebajado hasta los 80 euros por acceso, que quedarán en 40 si el infractor paga en el periodo voluntario. Hay que recordar que, además de sancionar los accesos no permitidos, también se multará el estacionamiento si sobrepasa el tiempo para el que ha sido autorizado.

Estas sanciones quedarán tipificadas en el reglamento de movilidad que la ciudad tiene previsto aprobar a lo largo de 2022, pero mientas tanto, como explica Ribes, el Ayuntamiento ha buscado otra vía jurídica: “utilizará el reglamento sancionador vigente, que prevé multas por esta cifra por no obedecer a las señales municipales como las que se han colocado para informar del acceso restringido”.

El sistema, según subraya Ribes, sigue la estela muchas ciudades europeas que buscan pacificar sus centros históricos. “La Comisión Europea obligará a partir de 2023 que las ciudades de más de 50.000 habitantes establezcan una zona de bajas emisiones (ZBE)”, explica, aunque indica que el sistema que ahora empieza a funcionar “no es propiamente una ZBE, ya que el Ayuntamiento ha apostado por permitir el paso de vehículos contaminantes, visto la poca implantación que todavía tienen los coches sin emisiones y así facilitar el acceso a los vecinos”.

De este modo se evita una de las críticas que algunos sectores hacen a las zonas de bajas emisiones como es la posible gentrificación de los centros históricos por los problemas de acceso a los residentes. “La idea es evitar que el centro sea una zona de paso entre otras áreas de la ciudad y que solo entre quien estrictamente deba hacerlo”, indica el concejal del área.

Por otro lado, parte del sector comercial sigue en pie de guerra por su implantación, al considerar que las complicaciones para entrar en vehículo particular afectará a sus ventas. Frente a estas críticas, Ribes asegura que “hay numerosos estudios en toda Europa que muestran una correlación positiva entre la peatonalización y pacificación del centro de las ciudades y el aumento de las ventas, puesto que la gente puede pasear y comprar más tranquilamente y sin prisas”. Además, el regidor apunta que “si se accede para estacionar en los parkings públicos no hay sanción”.

Carrasco (PP): "La gran caja registradora"

Asimismo, la portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, ha lamentado que “se ponga en marcha la ‘gran caja registradora’ que supone el sistema recaudatorio de cámaras de control de acceso de vehículos al centro”.

Carrasco ha hecho estas afirmaciones al considerar que su implantación “no puede ser más inoportuna, en plena crisis económica con la cuesta de enero iniciada y con un comercio y hostelería que lo que necesita es afluencia de gente y no que el corazón de la ciudad se vacíe de potenciales consumidores”. “Si lo que se pretendía era controlar la afluencia de vehículos al corazón de la ciudad, los bolardos ya lo hacían y sin multar”, ha rematado.

Respecto a la elección de este método, el regidor indica que se ha apostado por las cámaras al ser el sistema “más eficaz, moderno y eficiente para controlar los accesos después de que se hayan evidenciado los déficits del sistema de bolardos retráctiles, por las dificultades técnicas en su mantenimiento y las limitaciones para cumplir con su objetivo”.

El Ayuntamiento, asegura, “busca promover una movilidad activa y sostenible que reduzca emisiones y propicie espacios seguros por los que moverse”, ha explicado Ribes. Así, hoy Castelló da un paso más en su peatonalización con el sistema de cámaras para la zona centro, aunque, como señala, “este es un proyecto piloto y a medio-largo plazo se estudiará si se aplica a otras zonas de la ciudad sensibles a la peatonalización”.

El nuevo sistema

El sistema cuenta con 22 cámaras OCR (de Reconocimiento Óptico de Caracteres) que registrará las matrículas de los vehículos que circulen por las calles comprendidas dentro del perímetro que delimitan por el norte la plaza Clavé y la calle San Luis; por el oeste la avenida Rey Don Jaime y la calle Zaragoza; por el este la calle Gobernador Bermúdez de Castro hasta la plaza Borrull y por el sur las calles Escultor Viciano, Temprado, Luis VIves, Ruiz Zorrilla y Gasset.

Hasta el momento, según ha informado el Ayuntamiento, 6.000 vehículos de 4.000 residentes, titulares de comercios y usuarios de garajes en la zona ya han obtenido el permiso permanente para circular sin problemas por las calles. Se trata de casi el doble de los autorizados inscritos un año antes, que sumaban solo 3.229 vehículos.

Además, también pueden moverse por el centro sin autorización las motocicletas y ciclomotores, quienes accedan a los parkings públicos y también los vehículos comerciales para carga y descarga, desde las 8 a las 11 horas de la mañana.

Hay que recordar que con una autorización no se puede circular por todas las calles, sino que cada permiso está vinculado a un circuito concreto en función de los lugares por los que se necesite transitar.

Aun así, si algún vehículo no comprendido en estas excepciones necesita acceder a la zona restringida, puede pedir una autorización a través de la web castelloconviu.castello.es. Por otro lado, se prevé también el acceso por razones de urgencia, que se deberán justificar posteriormente ante el Centro de Control de Movilidad del Ayuntamiento.