Botànic II: 7 de las 10 caras del Gobierno de 2015 continuarán esta legislatura

El tiempo para formar un nuevo gobierno corre a contrarreloj para los socios del Botànic. Las negociaciones sobre los nombres del equipo de gobierno deberían quedar atadas antes del pleno de debate de investidura, que se producirá el próximo 12 de junio. Pocos días después, el 16, el presidente en funciones tomará posesión de su cargo y deberá nombrar a su gobierno. Ahora, la gran incógnita a menos de dos semanas de formar el nuevo Consell es precisamente qué caras, nuevas o históricas, lo compondrán.

Hasta el momento, lo único que es evidente por parte de todos los socios es que el número ideal de consellerias se situará en doce para desarrollar todas las propuestas que se plantean y dar también cabida a Unides Podem. De esta forma, el Consell lo compondrían seis carteras dirigidas por el PSPV y otras seis a repartir entre Compromís y Unides Podem. El número de consellerias se sitúa así cerca del récord histórico del PP de Camps, que ostentó quince.

Ahora bien, la cuestión que divide opiniones en el Botànic es si Presidencia se enmarcará dentro de esas doce consellerias, o si por el contrario quedará fuera. En este sentido, tanto la coalición nacionalista como Podemos proponen limitar el número de consellerias a doce con el president incluido, mientras que los socialistas plantean un 12+1, donde Presidencia quedaría fuera del resto de carteras.

Sea como fuere, lo que también parece obvio es que en el nuevo gobierno no se producirán grandes cambios significativos. Más bien al contrario, PSPV y Compromís apuestan por continuar en la línea de nombramientos que comenzaron en 2015. En primer lugar, Ximo Puig continuará al frente de la Generalitat, y la vicepresidencia está reservada una vez más para Mónica Oltra, aunque en este punto ella todavía no se ha pronunciado sobre sus preferencias.  

Bravo repetirá al frente de Sanidad

Respecto a los consellers, los socialistas quieren mantener a Gabriela Bravo y Vicent Soler otros cuatro años al frente de las consellerias de Justicia y Hacienda, respectivamente. Aunque las primeras informaciones apuntaban a que tal vez ninguno de los dos dirigentes continuaría, lo cierto es que en el caso de Bravo ya es seguro que volverá a ocupar la cartera de Justicia.

Más incierto es sin embargo, el futuro de Soler, ya que aunque fuentes del partido apuntan a que Puig lo animará a continuar, no es seguro que el histórico socialista, que cumplirá 70 años en julio, acepte el encargo. Las mismas fuentes indican que el president le ofrecerá seguir en el cargo hasta que se lleve a cabo la reforma del sistema de financiación, una cuestión que si finalizase de forma satisfactoria para la Comunitat Valenciana, sería una forma postiva para Soler de retirarse de la vida pública.

Pero Bravo y Soler no son los únicos que los socialistas apuestan por mantener al frente. Según las últimas informaciones, la hasta ahora consellera de Sanidad, Ana Barceló, también continuaría en su cargo. Más aún, relevar a la responsable de Sanidad no sería visto con buenos ojos, ya que Barceló fue nombrada hace apenas un año, cuando la anterior consellera, Carmen Montón, fue elegida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para ocupar el Ministerio de Sanidad. Por tanto, entraría dentro de la normalidad que Puig diera a Barceló la oportunidad de continuar.

Quien sí ha dado la sorpresa dentro del PSPV ha sido la ya ex consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración, María José Salvador. Y es que Puig mandó hace dos semanas a la responsable de Vivienda a la Mesa de Les Corts, donde fue investida vicepresidenta para dejar libre una conselleria que ha dado muchos problemas durante la pasada legislatura. De hecho, el PSPV ya habla de dividir esta conselleria, que pasaría a recaer en diferentes personas.

Además, durante semanas se ha especulado con la idea de que el síndic socialista, Manolo Mata, ocupe un papel destacado en el Consell, aunque todo dependerá de cómo se sucedan las negociaciones.

Compromís mantiene a Marzà en Educación

Por su parte, Compromís también plantea mantener, al menos, a Vicent Marzà al frente de Educación. Eso sí, sobre la mesa se baraja la posibilidad de separar Cultura y Educación, de forma que Marzà sería responsable de esta última cartera, en la que se daría un papel más importante que hasta ahora a la Formación Profesional.

En el seno de Compromís sí se vivirán más cambios que entre los socialistas. Así, vuelta de tuerca en los nacionalistas la han protagonizado Manuel Alcaraz y Elena Cebrián, que no continuarán en las consellerias de Transparencia y Agricultura, respectivamente. De hecho, Transparencia dejará casi con total seguridad de ser una cartera en sí misma, ya que fuentes apuntan a que esta era necesaria hace cuatro años después de los gobiernos del PP, pero que ahora no es imprescindible. En este sentido, una de las opciones que se plantean es que pase a integrarse como un departamento dentro de Justicia.

En el caso de la conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, las informaciones apuntan a que sería viable una separación que incluiría por una parte las competencias agrarias, y por otra las cuestiones relacionadas con la ecología. De este modo, fuentes de la negociación indican que el PSPV aceptaría ocupar Agricultura, mientras Compromís no tendría inconveniente en ocupar Medio Ambiente.

Las carteras económicas son sin embargo, el foco del conflicto entre PSPV y Compromís, ya que ambos son conscientes de que ocupar Economía y Hacienda es en realidad, gobernar. Ambas formaciones luchan ahora por Hacienda, al tiempo que los socialistas apuestan por situarse al frente de Economía, que hasta ahora ha estado dirigida por Rafael Climent. De cualquier modo, si Climent repitiera finalmente como conseller, volverían a formar parte del gobierno siete de las diez personas que ya lo hicieron en 2015.

Podemos ocupará una conselleria

La novedad, eso sí, viene de la mano de Unides Podem, que durante esta legislatura formará parte del Gobierno valenciano al ocupar una conselleria. Aunque la formación morada había exigido en un primer momento dirigir dos carteras –y Esquerra Unida quería encargarse de una de ellas-, tanto el PSPV como Compromís lo ven del todo excesivo. Además, los nacionalistas, a pesar de que estas elecciones han obtenido dos escaños menos que en 2015, no quieren renunciar a ocupar las cinco consellerias que ya han ostentado esta legislatura.