El sabor del mar tomará Benicarló con la Festa del Polp i el Peix de Llotja
Este fin de semana arrancan las Jornadas del Pincho
El sabor del mar tomará el municipio castellonense de Benicarló otro año más con la Festa del Polp a Caduf i el Peix de Llotja, uno de sus productos más reconocidos tras la alcachofa benicalanda.
La fiesta gastronómica arranca este viernes, 20 de septiembre, con las Jornadas del Pincho, el primero de los eventos de una feria que se extenderá hasta el próximo 3 de noviembre con las Jornadas Gastronómicas.
Así, Benicarló se convertirá en el epicentro del pulpo y el pescado fresco con este evento que ya tiene una década de tradición y que se divide en tres partes: Las Jornadas del Pincho, las Jornadas Gastronómicas y una Feria Gastronómica en el ecuador de la fiesta.
Este 2024, un total de 26 bares y restaurantes locales ofrecerán una amplia variedad de tapas, pinchos y menús elaborados con el mejor producto de la lonja de Benicarló. Auténticas creaciones que combinan la mejor tradición marinera con la innovación gastronómica.
¿Dónde se puede disfrutar de los mejores pinchos de pulpo?
El próximo martes, 24 de septiembre, se presentarán oficialmente estas Jornadas del Pincho, a las 19 horas en la plaça Sant Bertomeu, donde media hora antes comenzará la venta de tickets, a 3 euros por degustación o a 5 por dos degustaciones.
El resto de días, desde este viernes 20 de septiembre se podrán saborear las creaciones marineras en 22 locales por todo el municipio, hasta el 6 de octubre, en los locales que puedes conocer en el enlace de este mapa.
Hasta noviembre, los mejores menús
Además, tras las Jornadas del Pincho arrancan las Jornadas Gastronómicas, del 7 de octubre al 3 de noviembre, en las que 14 locales ofrecerán los mejores menús con pulpo y pescado de lonja.
Además, se elaborarán ‘showcookings’ para aprender a cocinar estos manjares, así como una Feria Gastronómica el 5 de octubre. Puedes consultar el mapa de los locales participantes en este enlace.
¿Que es el polp a caduf?
El polp a caduf toma su nombre de los cadufos utilizados para cazarlos, unas antiguas ánforas en la que los animales se refugian y donde son capturados.
Un método ancestral que, además, es sostenible y que permite ‘pescarlos’ sin que pierdan calidad, ya que se mantienen atrapados dentro del ánfora, con el mejor sabor hasta llegar a los restaurantes de la zona.