La OMS anuncia que una segunda ola de coronavirus puede ser “destructiva” para Europa
El director regional de la OMS para Europa, Hans Henri P. Kluge, advierte de que no hay que bajar la guardia con el virus
La transición a la nueva normalidad debe estar marcada por principios de salud pública, ha afirmado el director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, Hans Henri P. Kluge. El propio director regional alerta de que una nueva ola de COVID-19 puede ser “extremadamente destructiva”. Bajar la atención sobre el virus puede provocar un nuevo aumento de los casos como ya está sucediendo en Asia.
La pandemia no se comporta igual en todos los países de Europa, explica el organismo mundial. Mientras algunos están estabilizando o disminuyendo el número de casos, como Ucrania o Rusia, otros han experimentado un ligero aumento. Es por ello que Kluge insiste en una transición “de forma gradual y con cuidado” ante la posibilidad de que vuelvan a aumentar las infecciones.
Pese a los avances en la lucha contra el coronavirus, Europa “no está mejor” que a inicios de año. Y no lo estará hasta que no exista una vacuna o un tratamiento específico para la enfermedad. Sin embargo, el director regional de la OMS para Europa asevera que se ha aprendido mucho de esta primera ola de coronavirus.
Ante el incremento de casos en Asia en cuanto se ha bajado la vista sobre el virus, Kluge advierte que “el monitoreo en tiempo real de la epidemia es crucial para poder reaccionar rápidamente”.
El virus va a convivir con nosotros durante “mucho tiempo”, afirma Kluge. Se convivirá con él hasta que no se desarrolle una vacuna o un tratamiento efectivo que lo palie. Kluge asegura también que, cuando haya una vacuna, la OMS hará “todo lo posible” para garantizar la distribución equitativa de la misma.
En Europa se han infectado por el coronavirus más de 2,2 millones de personas ya y han perdido la vida un total de 181.000 personas. El dato positivo es que desde mediados de abril los casos semanales se han reducido casi a la mitad. No obstante, el riesgo sigue siendo “muy alto”.