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Bellido: “En el pleno de junio Manresa desautorizó al Alcalde de la ciudad que faltará a su palabra de pedir un informe sobre la contratación de cultura”

Bellido: “En el pleno de junio Manresa desautorizó al Alcalde de la ciudad que faltará a su palabra de pedir un informe sobre la contratación de cultura”
  • La coalición destaca que el Alcalde, Luis Barcala, ni siquiera tiene capacidad de liderazgo en su propio equipo de Gobierno

Natxo Bellido, portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Alicante ha considerado que cada vez es más patente la falta de liderazgo y autoridad del Alcalde de la ciudad sobre su equipo de Gobierno, en este caso la coalición ha destacado la importancia del debate sobre la contratación a dedo de Cultura sobre la que Barcala se comprometió a pedir un informe al Interventor y que en el pasado pleno se retractó de este compromiso. 

“Manresa desautorizó públicamente a Barcala en el pleno municipal, y no pasa nada, el Alcalde calla, y además dice ahora que no va a solicitar el informe de intervención sobre la contratación menor en el área de cultura tal y como se había comprometido y esto es así porque el señor Manresa le ha ganado el pulso”, ha explicado Bellido. 

Desde la coalición insisten en que cada vez es más patente que el alcalde no solo tiene un problema de liderazgo frente a los grandes retos de la ciudad y de cara hacia afuera; ya no lidera ni el propio bipartito. 

Desde Compromís han afirmado que “van a insistir en que pida el informe de intervención, que el Alcalde cumpla su palabra y que por favor tenga un poco más de autoridad, por lo menos dentro de su equipo de gobierno”. 

Pero Cultura, gestionada por el concejal de Ciudadanos Antonio Manresa, no es el único frente abierto para el Alcalde dentro de su propio Gobierno Municipal. Desde la coalición también han remarcado la falta de autoridad del Alcalde para que la concejala de Acción Social, Julia Llopis, que se negó a cumplir el compromiso de Barcala de convocar reuniones de la Oficina Municipal de Emergencia Social cada 15 días, sorteando así durante la alerta sanitaria la voluntad del Alcalde de buscar consensos con la oposición y de rendición de cuentas. 

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