Xixona inicia la digitalización de su archivo histórico
Por ahora se han digitalizado 5.500 páginas, que representan menos de un 10% del total de documentos.
El Ayuntamiento de Xixona, a través de la concejalía de Biblioteca y Archivo, ha iniciado los trabajos de digitalización de parte de los fondos depositados en el Archivo Histórico Municipal. Se ha empezado por las actas capitulares, en las que se recogen los acuerdos adoptados por el pleno de la corporación.
La edil responsable, María Teresa Carbonell, ha explicado que “de esta manera facilitamos que cualquier persona que quiera investigar sobre el pasado de Xixona pueda acceder a documentos oficiales, donde se reflejaba buena parte de la actividad diaria del municipio, no solo administrativa sino también de aspectos relacionados con la educación, la sanidad, la economía o el patrimonio de la ciudad”.
Por el momento se han digitalizado seis tomos de esas actas, correspondientes a los años que van desde 1709 a 1720, y que cuentan con un total de 5.500 páginas. Antes de que finalice el año se hará lo mismo con otros seis tomos más. El Archivo Histórico Municipal cuenta con un total de 75 de estos libros, donde están encuadernadas todas las actas hasta el año 2016, cuando ya se pasó a gestionar los expedientes de forma electrónica.
Cuando se hayan digitalizado todas las actas capitulares, los trabajos continuarán con los protocolos notariales. Este proyecto, que está llevando a cabo una empresa especializada en digitalización y gestión de documentos, se presentará el próximo año a las ayudas que ofrece la Generalitat Valenciana, para que suponga el menor coste posible para las arcas municipales.
“Se trata de unos recursos históricos muy valiosos para conocer más sobre nuestro pasado y su digitalización permitirá que se puedan investigar más a fondo”, ha añadido la concejal María Teresa Carbonell.
El Archivo Histórico Municiapal está ubicado desde hace más de una década junto al Teatret, en la antigua capilla del convento de los franciscanos, que fue construida en el siglo XVIII por la orden tercera. La rehabilitación de este edificio, que cuenta con modernos sistemas de seguridad y climatización, hizo posible que se trasladaran allí todos los fondos, que tienen un valor incalculable.