Ximo Puig, ante la sexta ola: “Son fiestas pero no estamos para fiestas”
El president ha pedido evitar las reuniones familiares masivas, reducir los contactos y evitar aglomeraciones
Este lunes se ha convocado una reunión de urgencia de la Mesa Interdepartamental en la Comunitat Valenciana ante la escalada de contagios y la inminente llegada de las fiesta navideñas. El president de la Generalitat, Ximo Puig, no ha querido esperar a la conferencia de presidentes del próximo miércoles para anunciar la extensión del certificado covid a más lugares para poder ganar tiempo y tener el visto bueno del Tribunal Superior de Justicia antes de que llegue Navidad.
En este sentido, el president de la Generalitat ha sido claro: “Son fiestas pero no estamos para fiestas”. Puig, que ha reconocido que estamos en una situación “más compleja de la que habíamos previsto inicialmente” ha pedido que se celebren los reencuentros con “la máxima alegría posible” pero con corresponsabilidad: “El ‘trellat’ ha sido la mejor vacunación que hemos tenido y lo tenemos que poner en práctica también estas Navidades”.
Puig ha lanzado algunas recomendaciones que le han transmitido los expertos sanitarios: reducir los contactos sociales, no hacer encuentros familiares masivos estos días, evitar aglomeraciones, cumplir las cuarentenas y no reunirse con personas que tengan síntomas parecidos a los del coronavirus.
“Estamos en alerta pero no en estado de alarma”
A pesar de las recomendaciones y las nuevas medidas acordadas, Puig ha insistido en que estamos en alerta pero no en estado de alarma: “Lo que estamos viviendo es grave pero no es comparable con lo que acabamos de superar”. El president ha pedido ser prudentes y actuar desde la serenidad pero no ser alarmistas.
En este sentido, hay cifras que ilustran a la perfección esta situación: En el peor momento de la pandemia en la Comunitat Valenciana había 4.800 personas hospitalizadas, siete veces más que hoy, así como 670 personas en UCI, cinco veces más que hoy. Asimismo, el pasado 14 de enero, con la misma incidencia acumulada que tenemos ahora (680 casos por cada 100.000 habitantes), había más de 3.000 hospitalizados, mientras que ahora hay unos 700.