Hallan en l’Illa del Portitxol restos de una villa romana y tumbas que hacen pensar que hubo una posterior ocupación permanente
La investigación arqueológica del entorno del Portitxol realizada por la Universidad de Alicante y el Museo Soler Blasco recupera más de 1.000 objetos de interés histórico
La Illa del Portitxol y su entorno se confirman como un yacimiento arqueológico de primer nivel. La Universidad de Alicante y el Museo Soler Blasco de Xàbia han concluido una nueva fase de investigación en el lugar, esta vez centrada en la isla, del Projecte Portitxol y los resultados dejan entrever que las expectativas que se tenían sobre las posibles ocupaciones históricas de este islote estaban fundadas.
Ayer los arqueólogos que han llevado a cabo las excavaciones, Jordi Blazquez, Juan Francisco Álvarez, Álex Pérez y Joaquim Bolufer avanzaron algunos de los hallazgos y las hipótesis que abren: que la isla esconde un asentamiento romano –probablemente una villa de recreo de alguna familia pudiente- y también que más tarde, hubo una ocupación permanente, probablemente durante la época bizantina.
Los arqueólogos han tenido difícil el rastreo, puesto que esta isla se transformó radicalmente el siglo pasado para obtener un rendimiento agrícola. Pero ha sido en estos muros y abancalamientos modernos donde se han hallado materiales reutilizados como relleno que son claramente romanos (piedras y cerámicas). También se ha logrado encontrar un tramo de la base del muro de época romana y un enterramiento rellenado con piedras pero en el que también había una especie de marmita de cerámica que coincide con los materiales del siglo VI.
Que haya tumbas es para los investigadores un indicio de que hubo un asentamiento permanente. “Nadie entierra a su familia en un lugar donde no vive y es difícil visitarlo” explicaban ayer en una presentación realizada en la Fundación Cirne, colaboradora del proyecto.
Informaciones previas hacen pensar que un grupo de personas se pudo recluir en la isla durante la época bizantina y por ello los expertos apuntan que los enterramientos serían de esta etapa.
La excavación de la isla era un paso clave después de tres campañas en el mar. Los hallazgos de arqueología submarina en su entorno son extraordinarios, “impresionantes a nivel científico” recalca el equipo de arqueología. No en vano se han recuperado más de 1.000 objetos de interés, entre ellos más de 200 anclas de todas las épocas de la historia y de todas las clasificaciones. Incluso algunas -hasta ahora- desconocidas.. “Es una cantidad sin paralelismos en todo el mediterráneo. La mejor colección de anclas prerromanas del Mediterráneo” apuntaron los historiadores.
Además hay al menos dos derelictos (restos y cargamentos de barcos hundidos) junto a la costa entre los que destaca un conjunto de ánforas púnicas que se está analizando. Y otros hallazgos de gran importancia (como el tesoro de monedas de oro romanas ahora en estudio) y otros materiales insólitos como un cepo de madera de una ancla de la época fenicia.
El Projecte Portitxol arrancó en 2019 con la firma de un convenio entre el Ayuntamiento de Xàbia, que financia anualmente las campañas de excavación, y la Universidad de Alicante, que proporciona a arqueólogos especializados. Desde entonces, los hallazgos han sido extraordinarios.
Para poner en valor este gran yacimiento se ha creado una ruta submarina de anclas –señalizada en superficie con boyas de amarre y también bajo el mar con balizas en los puntos de interés) que se ha dado a conocer a los clubes de buceo. También se está virtualizando el material ancórico para hacerlo accesible a los que no bucean.
Desde el equipo científico se aprovechó ayer para agradecer la colaboración de clubes y entidades de Xàbia que han colaborado con el proyecto a nivel de infraestructura así como de la Familia Pons, propietaria de la Illa del Portitxol, por autorizar y facilitar la investigación.