Vila-real liquidará el presupuesto de 2019 sin remanentes y afronta un millón de euros en imprevistos que obligarán a reajustar las cuentas

El alcalde de Vila-real, José Benlloch, ha presentado hoy la liquidación del presupuesto de 2019 y ha avanzado que por primera vez el Ayuntamiento no contará con remanentes para incorporar en el presupuesto de 2020 dada la complicada situación económica municipal. Según Benlloch, "esta liquidación es una muestra de la grave situación económica que tiene el consistorio y confirma la necesidad que había de hacer un presupuesto de 2020 austero y de reequilibrio", así como de adoptar medidas fiscales. El primer edil ha recalcado en que “esta situación no es fruto del malgasto porque tenemos un presupuesto austero, prácticamente sin inversiones, que prima las partidas de gasto corriente para pagar cuanto antes a proveedores y hacer frente al día a día de la gestión municipal”.

El alcalde ha reconocido que la primera liquidación enviada el 1 de marzo al Ministerio de Hacienda arrojaba un déficit de 800.000 euros, pero, después de una revisión exhaustiva, se ha comprobado que, por un problema administrativo, faltaba por incorporar algunos pagos pendientes como el fondo de cooperación municipal de la Generalitat Valenciana, de forma que "he dictado una providencia para rectificar la liquidación, con la previsión de que finalmente, después de incorporar algún dinero que no se había contabilizado, se cierre en equilibrio", aunque sin contar prácticamente con remanentes para el presupuesto de este año.

Además, Benlloch ha avanzado que en estos tres primeros meses del año han aparecido "sorpresas" que obligarán al equipo de gobierno a reajustar el presupuesto de 2020. En concreto, el alcalde ha cuantificado en 1.090.000 euros la suma de tres cuestiones que no estaban previstas: la subida del 2% del salario de los funcionarios aprobada por el Gobierno central (360.000 euros) que debe aplicarse a de forma retroactiva desde el 1 de enero; el pago del exceso de mediciones de las obras de modernización de los polígonos subvencionadas por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial, Ivace, (224.000 euros) que corresponden a trabajos que no estaban contemplados en los proyectos iniciales ya que han surgido durante el desarrollo de las obras pero que han sido necesarios y están acreditados por los técnicos;  asimismo, durante este 2020, el consistorio deberá hacer frente a las últimas resoluciones urbanísticas derivadas de la gestión del Partido Popular que, tal como ya anunció el alcalde hace unos días, en seis meses obligarán al Ayuntamiento a pagar al menos 506.000 euros, que es la cantidad que los técnicos municipales han reconocido que tienen derecho los propietarios.

Para hacer frente a este millón de euros, Benlloch ha indicado que se estudia la posibilidad de renunciar a algunos proyectos pendientes de anteriores presupuestos, aunque de momento el equipo de gobierno está analizando la situación para tomar una decisión. Además, dado que el equipo de gobierno ha reducido el endeudamiento al 61%, “frente al 75% que dejó el PP en 2011”, no se descarta tener que recurrir a un préstamo en el último trimestre del año, cuando la deuda habrá bajado todavía más, para pagar las resoluciones del urbanismo o alguna inversión.