Serralvo defiende la gestión municipal de la contribución, que mantiene los recibos congelados desde 2011
El portavoz municipal lamenta la “demagogia” de la oposición y recuerda que si se está valorando la posibilidad de una actualización del IBI es fruto de la situación económica provocada por el pago de 44 millones de euros de “empastres y préstamos del PP”
El portavoz del equipo de gobierno, Javier Serralvo, ha lamentado la "demagogia" de la oposición municipal, ante el anuncio del equipo de gobierno de estudiar una posible actualización del IBI, después de ocho años congelada. Serralvo recuerda que en la actualidad el recibo de la contribución está al mismo nivel de 2011 y que, al contrario de las "mentiras" de la oposición, no solo no se ha subido tres veces sino que incluso se llegó a bajar.
“Después de la sangría del PP, que subió la contribución a todos los vila-realenses de la orden de un 20% anual, nosotros fuimos el equipo de gobierno que, por primera vez en la historia, aprobó una bajada de la contribución histórica en el año 2014, que, más tarde, lastrados por las sentencias, empastres y contingencias urbanísticas del PP, tuvimos que compensar volviendo a los valores de 2011, que no han aumentado en estos ocho años”, recuerda el portavoz municipal. “Ahora”, incide, “si se está valorando la posibilidad de actualizar el IBI, es nuevamente a causa de la situación económica motivada por la herencia del Partido Popular, con más de 44 millones de euros pagados ya en sentencias y contingencias urbanísticas, facturas en los cajones de los gobiernos del PP y el préstamo de 20 millones subscrito por los populares en 2009, del cual se han pagado ya 10 millones más los intereses”. “Cada año, disponemos de seis millones menos de los que tenía el PP para gestionar la ciudad. Tanto el Partido Popular como Ciudadanos y Compromís lo saben perfectamente y, en lugar de arrimar el hombro y ayudar a la ciudad a salir adelante, prefieren la demagogia y faltar a la verdad. Lo que no podemos consentir es que Vila-real esté parada y dedicarnos solo a pagar los empastres de los demás, como ellos querrían. Vila-real no dejará de avanzar”, concluye.