FITCarrer convierte a Vila-real en un gran escenario cultural

Vila-real se ha convertido durante este fin de semana en un gran escenario cultural. Y es que el FITCarrer ha llegado, un año más, para acercar el teatro a las calles y plazas de esta ciudad castellonense.

Así FITCarrer regresa después de un año sin poder celebrar su programación a causa de la pandemia.

En esta 33ª edición, participan 17 compañías, cuatro de ellas de Vila-real como son La Fam, Paraules d’Aire, Pepa Cases y Visitants, y 3 internacionales que han venido desde Francia, Colombia e Italia.

Ayer viernes se desarrollaron varias actividades que contaron con la presencia de Pau Rausell con una conferencia con la que hizo un recorrido completo sobre aspectos económicos, sociales, culturales y en términos de salud y bienestar. 

Además, se entregó a Albeiro Silva, director y dramaturgo teatral autodidacta, que recibió el IX premio Ramón Batalla. Silva destaca por el proceso de puesta en marcha de las escuelas artísticas y de liderazgo social, siempre desde el teatro popular y la animación sociocultural, herramienta básica desde donde impulsa la transformación social, objetivo constante y columna vertebral que define su trabajo y la que es sin duda su vocación.

Otra de las novedades es el Espai Mou-te, en colaboración con Acudim y Cruz Roja, que está facilitando que las personas con diversidad funcional o movilidad reducida puedan seguir los espectáculos en condiciones de igualdad con el resto de público. El objetivo es romper barreras en el FITCarrer.

También ha actuado The Frame, en la que cuatro personajes, entrenados en las disciplinas de la observación y la ordenación del espacio, las cosas y los seres, sometidos al vértigo del directo, del fluir, traducen mediante el recurso de las letras que forman palabras y las palabras que forman frases aquello que está sucediendo.

A través de La Naturaleza del Silencio llegó un espectáculo dirigido por Beatriz Palenzuela Martínez en el que el silencio, desde distintos ángulos, es el protagonista. 

Karpaty Cirqué llevó hasta Vila-real la ilusión a grandes y pequeños. Se trata de un viejo y prestigioso circo bielorruso con personajes locos de amor, por el circo y por el espectáculo.

E Iter, una mujer acróbata, con el cuerpo cansado y dolorido por los años dedicados al circo, decide pasar su trabajo a una nueva acróbata. También actuaron (R) Minos, con un espectáculo de asfalto y Psike con una propuesta que reflexiona sobre la incontrolable naturaleza y las emociones.