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Un exalumno de los Carmelitas de Vila-real denuncia abusos en los años 70

Un exalumno de los Carmelitas de Vila-real denuncia abusos en los años 70
  • Recuerda cómo el rector del centro abusó de dos de sus mejores amigos en la época

Juan Luis Chueca, un exalumno del seminario de los Carmelitas de Vila-real ha denunciado los abusos sexuales que sufrieron en el centro algunos de sus compañeros en los años 70.

Chueca se decidió en 2018 contar lo sucedido junto con dos de sus mejores amigos de aquella época en el internado. Sin embargo, sus compañeros Emilio Alventosa y Julián Sarrión han fallecido en este lapso de tiempo, según publica el diario El País, que recoge el testimonio de los tres.

Este trío de amigos ha denunciado las malas prácticas del rector del centro, Francisco Armell Benavent, así como a otro religioso, L. G, que fue apartado de actividades con menores por la congregación madrileña de Monte Carmelo al conocerse el caso.

Según relata El País, Armell fue denunciado por un alumno en 1976, tras lo cual fue enviado como misionero a América Latina. Ocurrió durante la fiesta de San Pascual Baylon, el día en que las familias entraban en el seminario, cuando el chico aprovechó para comentarle lo sucedido a sus familiares.

“En los años setenta los carmelitas iban por los pueblos de Castellón, Aragón, La Mancha, captando chicos para el internado de Vila-real”, relata Chueca, que explica a El País que los chicos vivían nuevas experiencias con los frailes, en excursiones al mar o al museo de Onda, con lo que cambiaban de ambiente al salir de sus pequeños pueblos del interior.

Alventosa, por su parte, relató en vida al diario madrileño que el rector llegó a ofrecerle una pastilla para dormir para aprovecharse de él y que tuvo que mantener relaciones sexuales forzadas, lo que afectó a sus relaciones sexuales en la adultez.

También se recoge el testimonio de Sarrión, que explica que tardó décadas en contarlo: “No fue traumático, yo pensaba que me quería y que era un elegido”.“En un campamento en Burriana uno compartía tienda con él; el favorito. Tenía varios preferidos”, relata.

Chueca explica que cuenta ahora los abusos por la memoria de sus amigos, a los que no les ha dado tiempo a verlo hecho público. Además, afirma no sentir ningún rencor por la institución de los carmelitas ni por los profesores, que asegura que siempre les trataron con gran afecto, pese a los abusos sexuales sufridos por algunos de los frailes.

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