Compromís aprueba en solitario la moción de JovesPV para eliminar la simbología fascista de la vía pública
El grupo municipal de Compromís per Vila-real se quedó ayer solo en el pleno ordinario del Ayuntamiento defendiendo la moción que Joves PV – Compromís per Vila-real, redactó para su debate y aprobación solicitando la eliminación total de cualquier tipo de simbología fascista en las calles de la ciudad y en la que exige al Ministerio de Justicia que modifique y cumpla la Ley de Memoria histórica.
La secretaria local de Joves PV, Isabel Mundó, se ha felicitado porque “nuestro grupo fue el único que votó a favor y, a pesar de no contar con ningún apoyo del resto de partidos políticos, la moción salió adelante, ya que tanto PSPV, como Ciudadanos y el Partido Popular se abstuvieron en la votación”.
Mundó ha recordado que “el texto no va, en ningún momento, contra ninguna institución, ni particular, tanto del pasado como del presente” y asegura que “nuestro objetivo no es borrar el pasado, ya que el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla, todo lo contrario, queremos homenajear a todas las víctimas de nuestra ciudad que sufrieron el golpe de Estado y los años de dictadura, muchos de ellos fallecidos tras la guerra sólo por pensar diferente”.
La representante del colectivo juvenil ha lamentado que “en una cuestión de tal trascendencia el resto de partidos con representación municipal miren hacia otro lado” y ha destacado que “guste o no reconocerlo, en Vila-real sigue habiendo símbolos repartidos en diferentes espacios, principalmente privados, pero a la vista de todo el mundo, que se deberían retirar y exponer, por ejemplo, en museos, tal y como se ha hecho en países como Alemania, donde sí se ha actuado para acabar con cualquier resto del nazismo y profesar un respeto hacia sus víctimas”. Además, les recuerda a “aquellos que tanto defienden la Constitución cuando les interesa, que mantener símbolos de una dictadura en la calle es anticonstitucional” y reclama la modificación de la ley de Memoria histórica para que sea el Gobierno quien se haga cargo de la retirada de dichos elementos, al tiempo que recuerda que “el Ayuntamiento ha cumplido siempre con su obligación legal a rajatabla en los espacios públicos”.
Finalmente, Mundó afirma que “nos hubiera gustado un mayor consenso por parte de todos para cerrar las heridas de una etapa pasada, sumar democracia y mirar juntos al futuro, pero por desgracia, estamos solos”.