Benlloch saca pecho de la transformación de Vila-real en sus diez años como alcalde
El socialista señala el cambio a mejor de Vila-real al pasar de ser un municipio abandonado y sin proyecto a una ciudad innovadora, de servicios, inclusiva y sostenible
El alcalde de Vila-real, José Benlloch, cumple diez años al frente de la alcaldía de la ciudad castellonense y ha realizado un balance sobre la situación en la que los socialistas encontraron el Ayuntamiento y todo lo realizado para llegar a la situación actual.
Para Benlloch “Vila-real era una ciudad abandonada, sin proyecto y secuestrada por los intereses del Partido Popular” y “si no llega a haber cambio el 11 de junio de 2011, hoy Vila-real sería una ciudad diferente y no la ciudad líder que es ahora”. Aunque para el primer edil la “la alianza con la sociedad civil” ha sido fundamental en esta década.
El socialista ha asegurado que “el balance de estos 10 años no es, ni mucho menos triunfalista” porque aunque “hemos avanzado mucho en esta década, queda mucho por hacer” aunque “no va a ser fácil, porque la situación económica municipal es muy delicada, pero vamos a hacer todo lo posible para que afecte lo mínimo a la ciudadanía”.
En un desayuno informativo con los medios celebrado en el recientemente rehabilitado Gran Casino, Benlloch ha repasado algunas de las principales acciones emprendidas en esta última década, marcada profundamente por la gestión del pasado. “Hemos avanzado mucho y, si no lo hemos hecho más, es por haber tenido que gestionar la herencia que nos dejó el Partido Popular, que aun hoy sigue lastrando de manera gravísima la ciudad”, incide el alcalde.
Herencia del Partido Popular
“La situación de la deuda que nos legó el PP es gravísima. Aquel préstamo de 20 millones suscrito en 2010 para despilfarrar y hacerse fotos disparó el nivel de endeudamiento municipal hasta superar el 70%, a punto de la intervención. Hoy, hemos pagado ya más de 20 millones de ese préstamo y nos quedan todavía otros ocho más, entre principal e intereses. A pesar de eso, en estos 10 años hemos trabajado mucho por reducir la deuda, pero el pago continuo de sentencias y contingencias urbanísticas heredadas -esta misma semana, 1,4 millones más firmes- nos lo está poniendo muy difícil”, denuncia el primer edil.
En concreto, Benlloch cifra en 32 millones de euros lo pagado hasta ahora en sentencias, convenios y otras contingencias urbanísticas heredadas de los gobiernos del Partido Popular. “La gestión de esta herencia urbanística no se ha limitado a pagar; hemos invertido mucho tiempo y esfuerzos en negociar con propietarios para reducir al mínimo los pagos, defendernos judicialmente para que el impacto sobre las cuentas fuera el menor posible y trabajar por cambios legislativos y moratorias que nos dieran alivio y vías de solución a esta crisis urbanística”, detalla el alcalde. A estas acciones, además, se suma una política de cirugía urbanística y la modificación del PGOU, en trámite, para dar salida al problema de los aprovechamientos provocado “por la gestión nefasta sobre el territorio practicada por el PP durante años”.
Infraestructuras
En estos diez años, los distintos gobiernos de Benlloch han avanzado en el desbloqueo de infraestructuras abandonadas como la piscina del Termet, pabellón Melilla, BUC, CTE, el Convent, Palacio de Justicia se ha enmarcado en la definición para Vila-real de un proyecto de ciudad, compartido con la ciudadanía en alianza con la sociedad, en base a cuatro marcas -de la Ciencia y la Innovación, Educadora, de Congresos, Festivales y Eventos y de la Salud y el Deporte- y una economía diversificada, centrada en las personas, en la generación de oportunidades y en la construcción de una ciudad líder.
En este camino, destacan acciones como la instalación de las universidades en la ciudad, la mejora continua del Termet o la recuperación del patrimonio, además de la creación de la Fundación de San Pascual o la dotación de infraestructuras, como la ronda Suroeste, la rehabilitación de Gran Casino y Tagoba, CEM, pabellón Campió Llorens, el aulario del Carlos Sarthou o los futuros cuarto instituto y centro de salud de Torrehermosa, entre muchos otros.
“Los vila-realenses, como hemos hecho siempre, superaremos juntos las adversidades. Es el momento de renacer y de mirar a la Vila-real que queremos de cara al 2030 y lo vamos a hacer, como siempre, de la mano de la sociedad”, avanza el alcalde. En esta línea, Benlloch ha anunciado la reactivación del Fòrum Vila-real 2030 que, tras más de un año de pandemia, prevé recuperar la actividad y la organización de jornadas el próximo otoño. “Tenemos muchos proyectos en marcha y en mente para seguir trabajando juntos por la Vila-real del 2030. Para consolidar el paso de una ciudad industrial y labradora a una ciudad, con corazón de pueblo, industrial, labradora y de servicios, innovadora, inclusiva y sostenible”, concluye.